CCOO ha denunciado este viernes la alta tasa de infección por la covid-19 en las prisiones españolas y ha reclamado que se incluya en la estrategia de vacunación como grupo de riesgo a la población penitenciaria, tanto funcionarios como reclusos, por ser "un organismo cerrado con población muy vulnerable".
En un comunicado, el sindicato ha indicado que desde el inicio de la pandemia se han producido 1.166 casos de coronavirus en una plantilla de 23.500 empleados penitenciarios, con una tasa acumulada de 4.961 casos por 100.000, muy superior a la de la población general.
Así, ha denunciado que las medidas preventivas adoptadas por la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias "no son adecuadas ni eficaces" como demuestra, según explica, que los brotes continúan "atacando" las prisiones.
En este sentido, ha recordado el brote detectado esta semana en la prisión de Valencia (Valencia), con más de 55 casos positivos detectados, el aislamiento sanitario de dos módulos en las prisiones de Estremera y Valdemoro, en la Comunidad de Madrid, o en la prisión de Zaballa (Álava) con el equipo sanitario afectado. Además, según ha lamentado, un funcionario de prisiones que trabajaba en la cárcel de Algeciras (Cádiz) ha muerto por covid-19.
Evitar que se vuelva endémico
"Es imprescindible evitar que la covid-19 se vuelva endémico en las prisiones", han recalcado desde el sindicato, que ha reclamado que se incluya al personal de las prisiones, tanto población reclusa como funcionarios, dentro del grupo 2 de la estrategia de vacunación diseñada por el Gobierno.
En este sentido, ha defendido que se trata de "un organismo cerrado con población muy vulnerable y pocas posibilidades de ventilación y altas de hacinamiento donde la posible exposición al virus no se circunscribe a un espacio delimitado".
CCOO ha insistido además en la falta "de una política preventiva" adecuada y ha denunciado que continúan sin tener los equipos de protección individual necesarios y sin ser sometidos a pruebas diagnósticas como las PCR.
"La población laboral penitenciaria está muy envejecida, que tiene un promedio cercano a los 55 años y existe una prevalencia de patologías crónicas que la hacen especialmente vulnerable. Los cinco funcionarios de prisiones fallecidos por la covid-19 corresponden a este perfil", ha recordado.
Así, ha demandado la protección de este personal más vulnerable "con medidas específicas" como el teletrabajo o la adaptación del puesto con menos riesgo cuando su tarea no lo permitiese. "La falta de medios tecnológicos y de voluntad política han impedido esta protección demandada por el sindicato", ha lamentado.
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