España

La brusca caída de presos extranjeros vacía las prisiones españolas

La cifra de reclusos se reduce en más de 7.000 en sólo dos años. Más de la mitad eran internos foráneos que se han acogido a la posibilidad de conmutar sus penas a cambio de abandonar España. También ha influido la reforma del Código Penal de 2010, que suavizó la pena a los pequeños traficantes de drogas y permitió la salida de muchos. Actualmente, hay 69.888 presos, frente a los 76.919 que había el 26 de marzo de 2010, fecha en la que la población reclusa alcanzó su máximo histórico.

  • Imagen de archivo de una cárcel española.

Las estadísticas son frías, pero no engañan. Las cárceles españolas se vacían poco a poco por primera vez desde 1995. Y, además, de una manera continúa desde los dos últimos años, periodo en el que el número de personas recluidas en las cárceles españolas se ha reducido un 9,3%, para pasar de los 76.919 presos que se contabilizaron como cifra récord en marzo de 2010, a los 69.888 que había a finales del pasado mes de agosto. Un descenso de 7.031 internos que se explica en dos modificaciones legales que se incluyeron en la reforma Código Penal de 2010: la sensible reducción de las penas para los pequeños traficantes de droga y la posibilidad de que los delincuentes extranjeros, en determinadas condiciones, conmuten sus penas a cambio de volver a sus países de origen. De hecho, el descenso más acusado se ha producido en este último colectivo, hasta acaparar más de la mitad de la reducción.

Las prisiones que más han notado el descenso son las de Galicia y Castilla y León, con un 22% menos

Así lo pone de manifiesto un amplio estudio elaborado por el sindicato mayoritario de funcionarios de prisiones, ACAIP, cuyas cifras y conclusiones han sido corroboradas a Vozpópuli por fuentes de la propia Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Según este informe, el número de presos en las cárceles españolas inició en 1995 un incremento prácticamente continuó que le llevó de los 44.956 que se registraron a final de aquel año a los 76.919 que había en marzo de 2010, el máximo histórico. Sin embargo, la cifra comenzó a descender de un modo continuo en los dos últimos años a partir de ese momento hasta llegar a los actuales 69.888.

El documento destaca que "la situación ha dado la vuelta por dos claros motivos": la reducción de las penas "a los condenados por delitos contra la salud pública (tráfico de drogas)" y, sobre todo, la disminución de la población reclusa extranjera tras un circular de 2011 de la Fiscalía General del Estado para "facilitar e impulsar los trámites de expulsión de presos a sus países de origen" que cumplan ciertas condiciones como tener penas inferiores a los seis años o haber cumplido tres cuartas partes de sus condenas. En concreto, en el periodo estudiado por el sindicato, el 56% de la actual reducción corresponde a presos extranjeros, que en la actualidad son 23.850 internos cuando hasta hace poco estaban cerca de los 27.500.

Las cifras del descenso desvela también que el descenso en la población reclusa no ha sido, ni mucho menos, homogéneo en toda España. Así, los centros penitenciarios de Castilla y León y Galicia ha sido los que más acusadamente lo han sentido, con un 22% menos de internos. En concreto, las cárceles de la primera comunidad han pasado de tener 7.066 internos a sólo 5.512, es decir, 1.554 menos. En Galicia, el decenso es también significativo en números absolutos: de 4.777 a 3.724. "Este descenso tan acusado demuestra que sus centros penitenciarios estaban sobredimensionados y que, de hecho, gran parte de sus internos eran extranjeros que delinquían en otros puntos de España y que se les trasladaba a estos centros por la sobreocupación de otras cárceles. Ahora, cuando su número ha descendido, estás prisiones han sido las primeras en acusar la bajada", señala a este diario uno de los autores del informe.

Un aumento del 66% en Murcia

En el extremo opuesto se encuentra Murcia, cuya población reclusa ha aumentado un 66,38%, pasando de 1.032 a 1.717. En este caso ,sin embargo, el sindicato de funcionarios destaca que la causa no es otra que la reciente apertura de un nuevo centro penitenciario y de un Centro de Inserción en esta comunidad autonóma, "lo que ha permitido que los reclusos que anterioremente eran enviados a comunidades limítrofes o a Madrid, dada la saturación de la vieja cárcel, permanezcan ahora en su región de origen", detallan. La otra comunidad donde se ha producido un aumento del número de presos en estos dos años ha sido Navarra, aunque de manera casi anecdótica: de los 283 presos que había en marzo de 2010 se ha pasado a los 288 actuales. Sólo cinco más. En esta comunidad también se ha abierto recientemente un nuevo centro penitenciario que ha sustituido a la vieja cárcel de Pamplona.

El descenso en el número de presos que refleja el informe de ACAIP ya fue avanzado por el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados el pasado mes de abril. Entonces, Yuste cuestionó la necesidad de construir muchas de las cárceles proyectadas por el anterior Gobierno socialista a la vista de la reducción iniciada en 2010 y adelantó una revisión del modelo tipo para las que se estaba levantando con el objeto de ajustar sus costes al periodo de crisis con la eliminación de equipamientos como piscinas cubiertas. Desde entonces, y como adelantó este diario el pasado 3 de julio, Interior ha paralizado las obras deuna de las nuevas cárceles previstas, la de Valencia II, que se estaba levantando en el término municipal de Siete Aguas, y ha aplazado sine die la inauguración de la de Antequera (Málaga) por falta de funcionarios para ponerlo en marcha.

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