Miles de personas viven en Ceuta y Melilla del comercio o ‘contrabando’ de productos de primera necesidad. Desde España cientos de porteadores a pie, en moto, o en coche, trasportan a Marruecos leche, azúcar y otros productos de primera necesidad.
Cuando más corren los transportistas más veces pueden pasar la frontera, aunque las colas impiden hacerlo más de dos o tres veces cada jornada.
Una mujer porteadora puede ganar 5 euros por viaje. Un conductor en coche de 25 a 50. Pero todo depende del mercado y de la situación ‘anímica’ de las policías.
Las colas para pasar se hacen interminables y algunos automovilistas cuando terminan de entregar su primer paquete, vuelan en dirección a Melilla a intentar coger sitio para un segundo pase. Muchos no lo consiguen pues se cierra la frontera para este tipo de intercambios a primeras horas de la tarde.
Accidentes constantes
Los accidentes son constantes y se han multiplicado los últimos días. En una de las imágenes de este vídeo, que circula por Melilla estos días, se ve como un vehículo atropella a un peatón y el conductor no se detiene para no perder su sitio en la fila.
Las carreras son un peligro constante. Aunque las fronteras están abiertas todo el día, sólo se permite el paso desde las nueve de la mañana hasta las dos. La crisis ha disparado el número de comerciantes que atraviesan la frontera.
“La desesperación hace que corran y luego pasen horas perdidas esperando. Les falta paciencia y no se dan cuenta del peligro que provocan”, afirma una persona que conoce la frontera.
Muchas familias viven del porteo y la lucha por la supervivencia y la rivalidad hace que cada día sea una batalla por comer al día siguiente.
"Hay mucha gente con mucha tensión"
La policía Municipal, con el apoyo de la Guardia Civil y Policía Nacional, intenta regular el tráfico. “Pero es imposible. Cuando hay tanta gente con tanta tensión por hacerse hueco en la cola es imposible”, afirma otra persona que conoce la frontera.
Hace algunos días la Policía Municipal detuvo al autor del atropello que se ve en las imágenes que ilustran este reportaje. La carrera de coches buscaba colocarse en los primeros puestos para atravesar la frontera. “La competencia es terrible y no saben el daño que se hacen”, afirma una persona que conoce la situación.
Esta semana la Guardia Civil ha detenido a dos personas como supuestos autores de delitos de atentado contra autoridad, conducción temeraria y contra la seguridad del tráfico.
Persecuciones
El pasado día 30 un coche intentó saltarse la cola para pasar antes la frontera. Estuvieron a punto de arrollar a dos agentes municipales que regulaban el tráfico.
La Guardia Civil inició la persecución y tras unos minutos “en los que se puso en grave riesgo a los viandantes” los detuvo.
El vehículo circulaba “a gran velocidad, de forma negligente y temeraria, adelantando en zona de línea continua y obligando a otros vehículos que circulaban en sentido contrario a apartarse para evitar el impacto frontal, al igual que los viandantes a los que puso en grave riesgo de ser arrollados”, según indicó un comunicado del Cuerpo.
El conductor y el ocupante ofrecieron resistencia antes de ser detenidos. Tres de los guardias civiles resultaron con lesiones leves tras el forcejeo.
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