El exjefe militar de ETA, Mikel Antza, se enfrenta desde el pasado diciembre a un nuevo proceso en España por su relación con el asesinato de Gregorio Ordóñez en enero de 1995. Como era de esperar, el partido político Sortu arropó a Antza durante su comparecencia ante los tribunales el pasado mes. No ha sido el único apoyo que ha recibido el exjefe de la banda. Cien escritores vascos firmaron este martes una carta en la que pedían que "no se le volviese a castigar en España tras haber sido juzgado en Francia". Entre la lista de nombres que aparecen bajo el documento, se encuentra el de dos premios nacionales de literatura: Kirmen Uribe y Miren Agur Meabe.
Kirmen Uribe fue galardona con el Premio Nacional de Narrativa en 2009 por la novela Bilbao-Nueva York-Bilbao. Por su parte, Miren Agur Meabe se alzó en 2021 con el Premio Nacional de Poesía por Nola gorde errausta kolkoan (Cómo guardar ceniza en el pecho). Fue la primera vez que obra escrita en vasco se hacía con el galardón.
Un grupo de escritores y editores vascos mostraba este martes su apoyo en San Sebastián a Antza y se mostraban contrarios a su nueva imputación por su presenta relación con la decisión de asesinar a Gregorio Ordóñez el 23 de enero de 1995. Hasta 127 escritores y editores han firmado un texto para pedir que "no se vuelva a castigar" a Antza.
El texto insiste en que Mikel Antza ha cumplido 20 años de condena en Francia y "que ahora quieren volver a castigarle en España por motivos similares a los de su condena en Francia, sin pruebas materiales". En el escrito se recalca que hace casi tres años que "Mikel está entre nosotros ofreciendo libremente su creación. Los que suscribimos queremos que siga entre nosotros". Otros de los escritores que se han sumado al respaldo del escrito son Joseba Sarrionandia, Amets Arzallus, Andoni Egaña, Agurtzane Intxaurraga, Alaine Agirre o Juan Luis Zabala. Consulte aquí la lista de firmantes.
Nuevo proceso
Antza quedó en libertad en enero de 2019 tras ser entregado por Francia a España. El que fuera máximo dirigente del aparato político de ETA había cumplido 15 años de prisión, de los 20 años de la condena que se le había impuesto en Francia.
El exlíder de ETA fue detenido en 2004 por la policía gala en una granja en Salies-de-Béarn, en el sur de Francia, donde se encontraba junto a su compañera sentimental, Marixil Ipagirre, Anboto, otra histórica de la organización.
Mikel Antza se acogió a su derecho a no declarar el pasado diciembre en su comparecencia ante la Audiencia Nacional. El juez aceptó la petición de la asociación Dignidad y Justicia que reclamaba que se le prohibiera salir de España al apreciar un riesgo de fuga “muy alto”.
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