El PP no logra sus expectativas en las elecciones de Castilla y León: pese a ser primera fuerza con 31 escaños, su pírrica victoria le aleja de la mayoría absoluta y le deja a expensas de Vox. El éxito de la jornada electoral fue sin duda para la formación que lidera Santiago Abascal, que se consolida como tercera fuerza en la región tras lograr 13 asientos en las Cortes de la Comunidad.
El resultado obtenido por el PP de Alfonso Fernández Mañueco supone, en cierta medida, un revés electoral para Pablo Casado, que buscaba con estos comicios aproximarse a la mayoría absoluta en esta región (41 escaños) y consolidar el "cambio de ciclo" que se inició con la victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones madrileñas, apuntalando así su liderazgo interno. Sin embargo, esta victoria por la mínima en las elecciones de Castilla y León lastra la estrategia del líder de los populares, que tendrá que valorar ahora cuál será su estrategia con Vox.
Casado salvó los muebles por la mínima y perdió incluso en su pueblo, Matadeón de los Oteros (León), donde el Partido Popular fue aplastado por la Unión del Pueblo Leones (UPL). El líder de los 'populares' no logra ganar esta vez tampoco en el municipio de su padre, donde UPL se mantiene como la fuerza hegemónica con 56 apoyos mientras el PP logra 41 papeletas (3 más que en 2019).
El municipio en el que Casado acudió en los primeros compases de la campaña para promover su "apoyo" a la agricultura y los ganaderos de la región no reportó más de 38 votos a los populares en las últimas elecciones autonómicas. Este domingo, el pueblo ha entregado 56 votos a UPL, 41 a PP, 13 al PSOE, 11 a Vox, 4 a Ciudadanos y 3 a Podemos.
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