El sumario del caso Mediador -en cuya cúspide se encuentra el exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo- destapa la impunidad con la que este heterogéneo grupo de personas habría actuado para conseguir comisiones en sus negocios con empresarios. Viajes en hoteles de primera, restaurantes, visitas al Congreso de los Diputados, a la Dirección General de la Guardia Civil, noches en burdeles y consumo de cocaína son algunos de los episodios -muchos de ellos documentados en cientos de fotografías- de la trama que ahora está bajo el foco de la Justicia.
Los agentes, que avisan que solo ha trascendido "la punta del iceberg", sostienen que este grupúsculo encabezado por el exdiputado del PSOE proyectaba "apariencia de poder". El esquema de funcionamiento era sencillo: Marcos Antonio Navarro Tacoronte -el mediador- ponía en contacto a la rama política con la empresarial. Los primeros se encargaban de rebuscar en expedientes con problemas o pendientes de recibir subvenciones para mostrar su ayuda. Los empresarios accedían a cambio de suculentos pagos a la trama.
El radar de actuación no se quedaba ahí. El grupo incluso quiso hacer negocio con la UD Las Palmas utilizando para ello a la amante del general de la Guardia Civil imputado en esta causa. Francisco Espinosa Navas -en prisión provisional por estos hechos- llegó a recibir a los imputados en la Dirección General de la Guardia Civil, tal y como consta en los mensajes incautados por los agentes.
El 21 de octubre de 2020, en pleno brote de pandemia, el general autorizó la visita del mediador a la sede del Instituto Armado en Madrid. "Antonio, la dirección de mi despacho es en la calle Guzmán el Bueno 110. Julio te estará esperando en la puerta para meterte para dentro, así que nada, allí os espero", le dijo, a lo que Tacoronte respondió: "Vamos para allá, mi general".
Tras la visita al Congreso se iban a almorzar y seguían el día de fiesta. En estas fiestas eran protagonistas el consumo de alcohol, de cocaína, la contratación de prostitutas y el consumo de viagra
No obstante, muchas reuniones se fraguaron en restaurantes de Madrid y Tenerife. A los encuentros diarios -que incluían una visita guiada con los empresarios por el Congreso de los Diputados- se añadían las fiestas nocturnas. El mediador de la trama se encargó de fotografiar muchos de los encuentros que tuvieron lugar en discotecas, hoteles y también burdeles.
"Tras la visita al Congreso se iban a almorzar y seguían el día de fiesta. En estas fiestas eran protagonistas el consumo de alcohol, de cocaína, la contratación de prostitutas y el consumo de viagra", reza la Policía en uno de los atestados. Los agentes -que apoyan gran parte de la investigación de todo lo extraído del móvil de Navarro Tacoronte- se hacen eco también de conversaciones en las que, lejos de admitir que actuarían al margen de la Ley, se vanagloriaban de los hechos.
"Vamos a hablar de dinero"
"¿No estaremos haciendo nada ilegal?", le preguntó el mediador y cabecilla de la trama junto con el exdiputado del PSOE, a lo que el general de la Guardia Civil responde: "No, al contrario". Pero los audios del sumario ponen de manifiesto cómo se reunían con testaferros de la trama para dividir montos en metálico destinados a comisiones. Gran parte de estas se las llevaba el también imputado Taishet Fuentes; Director General de Ganadería y sobrino del exdiputado del PSOE Fuentes Curbelo.
"Hazme separación de tacos de mil (...). Al final ya son siete (mil) a Taishet. Es una pasada, un dineral. Es para dárselo al de Sanidad", se escucha decir a Navarro Tacoronte en uno de los audios. La alusión a los pagos en negro, no obstante, eran continuas. En otro momento, en una conversación con el empresario Antonio Bautista Prado, le dice: "Vamos a hablar de esto, del dinero, claro". El empresario repica: "Claro, para empezar a funcionar".
Al respecto, la Policía recuerda que para lograr sus objetivos tanto el exdiputado del PSOE como Navarro Tacoronte cobraban una comisión. "El primer paso para estas relaciones era una transferencia bancaria de 5.000 euros a la Asociación Deportiva de la Vega Tetir, del que es presidente Juan Bernardo Fuentes Curbelo", recoge el sumario al que ha tenido acceso Vozpópuli.
Cientos de fotografías
Un sumario que, además de por su extensión -más de 2.000 páginas-, se caracteriza por la profusión de imágenes incorporadas. Son fotografías que se encontraron en los teléfonos móviles de los investigados y que reflejan los movimientos de los miembros investigados en esta trama de corrupción
Algunas de ellas se tomaron en espacios públicos, como en el Congreso de los Diputados; en concreto, ante el espacio del Grupo Parlamentario Socialista, al que pertenecía el exparlamentario Juan Bernardo Fuentes Curbelo, quien cesó en su actividad poco después de ser detenido.
También se infieren otras fotos en dependencias de instituciones oficiales, con banderas de España, aunque no se especifica el lugar preciso de las imágenes. Sí que es reconocible el escudo de armas de la Guardia Civil en otra instantánea, habida cuenta de que el general del Instituto Armado Francisco Espinosa Navas recibió a los empresarios en la Dirección General del cuerpo, en Madrid.
"Francisco Espinosa Navas, en connivencia con otros investigados, se encargaba de recibir a los diferentes empresarios captados ya fuera a través de encuentros más informales, cuyos gastos asumían siempre las personas integradas en el sector empresarial o bien en sus dependencias en la Comandancia General de la Guardia Civil con sede en la calle Guzmán el Bueno, en Madrid", reza el sumario. Todo ello, aseguran los investigadores, tenía como objetivo "dar una apariencia de seriedad y poder a la trama delictiva", así como "generar confianza en los empresarios captados".
Pero, además, el sumario incorpora otras imágenes en espacios privados que adquieren relevancia en las pesquisas, en tanto que acreditan la relación de los miembros de la trama y el destino del dinero que movían. Así, hay fotografías en un club nocturno de Madrid, en restaurantes de la capital y de Islas Canarias, o en el interior de hoteles, acompañados de mujeres y con las que la Policía trata de acreditar el consumo de estupefacientes.
Igualmente, los miembros de la trama se intercambiaron fotografías de fajos de billetes o información sobre las reservas en hoteles y restaurantes. La Policía documenta en su informe más de 70 reuniones entre miembros de la trama, con enunciados que recogen ubicaciones como "Noche-Madrid", "Club Sombras", "Consejería de Sanidad", "Congreso de Diputados" o "Dirección General de la Guardia Civil", entre otros.
Una especie de diario fotográfico que no solo tiene carga probatoria ante el juez, sino que sirve para atestiguar la libertad de movimientos, lejos de la discreción, con la que actuaron la mayoría de los investigados en el caso Mediador.
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