La holandesa detenida por su participación en el atentado a Alejo Vidal-Quadras mantenía contactos con uno de los clanes de la Mocro Maffia de su país, según detallan fuentes policiales a Vozpópuli. La Policía Nacional llegó hasta esta mujer gracias a dos diligencias claves: el rastro del dinero que se ingresó en las cuentas corrientes de los implicados y las cámaras de seguridad de Madrid ya que participó en las labores de vigilancia del expolítico. La Comisaría General de Información (CGI) tratará ahora de seguir con esta pista para descubrir quién o quiénes pagaron por el intento de asesinato que se produjo a plena luz del día en la calle Núñez de Balboa.
Las fuentes policiales consultadas por este medio señalan que esta mujer conocía al hermano de Ayari Mehrez, el sicario contratado para acabar con la vida de Vidal-Quadras. Este hombre es un miembro activo de la Mocro Maffia de Holanda, que ha participado en la persecución y asesinato de disidentes iraníes en Países Bajos
En concreto, se encuentra vinculado al clan de Ridouan Taghi, que fue detenido y está en prisión desde 2019 por su grupo de los 'Ángeles de la Muerte'. Sin embargo, las fuentes consultadas no precisan sobre su papel dentro de la organización.
La elección de la Mocro Maffia para el atentado a Vidal-Quadras no fue algo casual. Estas fuentes subrayan que los miembros de estos clanes son los que asesinan más barato y por eso los financiadores del plan acudieron a estos violentos narcos para ejecutar este cruel acto el pasado 9 de noviembre.
En Ámsterdam con grandes medidas de seguridad
Los agentes de la Comisaría General de Información (CGI) llevaban meses tras los pasos de la holandesa que fue detenida hace pocos días. Esta mujer llegó incluso a viajar a España para hacer labores de vigilancia en el entorno de la casa de Vidal-Quadras, tal como quedó constatado en las cámaras de seguridad de la calle Núñez de Balboa.
Otro de los papeles fundamentales de la arrestada fue la parte de la financiación. Envió dinero al resto de miembros de la trama; un papel clave teniendo en cuenta que los miembros de la trama compraron en los días anteriores una moto que el sicario usó en su huida. También se requirieron fondos para el alojamiento de las diferentes personas implicadas en la red.
La autoridades españolas habían dictado hace meses una orden de detención europea (OEDE). Hace unos pocos días fue detenida en Ámsterdam, donde se camuflaba con grandes medidas de seguridad ya que era conocedora de que estaba en el punto de mira de la Policía.
Con esta detención se abre la posibilidad de conocer realmente quién esta detrás de un intento de asesinato del que sigue sobrevolando la sombra del régimen de Irán. Los agentes llegaron hasta esta mujer siguiendo el rastro del dinero que fue ingresado en las cuentas corrientes de los implicados.
La quinta detenida por el atentado a Vidal-Quadras
Cabe recordar que poco después de que se cometiera el atentado, la Policía Nacional detuvo a tres personas: un joven en Mijas (Fuengirola), propietario de la motocicleta, y a otros dos en Lanjarón (Córdoba). De éstos dos últimos, uno corresponde a la identidad de Naraya Gómez y se le vincula con el chiísmo; la otra es la pareja sentimental del primero y quedó en libertad poco después de su detención.
El otro detenido es Greg Oliver Higuera Marcano, alias Maquia, capturado en Colombia cuando trataba de acceder a Venezuela, su país de origen. Sobre él también pesaba una orden internacional de detención. La Policía le asigna un papel destacado en el desarrollo logístico de la trama, aunque aún no ha sido trasladado hasta España para prestar declaración.
Maquia conoció al joven detenido en Fuengirola (Málaga) cuando ambos trabajaban en un establecimiento hostelero de la Costa del Sol. Así es como obtuvieron la moto para el intento de asesinato del expolítico español.
Las piezas fundamentales que faltan del puzle del intento de asesinato a Vidal-Quadras son el sicario Ayari Mehrez y el considerado autor intelectual del mismo, un marroquí llamado Sami Bekal Bounouare, apodado Pacho. Estas dos personas, del que se desconoce su paradero, se fugaron de España a las pocas horas del atentado.
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