La Operación Emperador contra la mafia china salta ahora a los platós de televisión. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, y la Fiscalía contra la Criminalidad Organizada barajan la posibilidad de citar en las próximas semanas como imputada a un célebre personaje de la pequeña pantalla: Samantha Vallejo-Nájera, la cocinera que ha saltado en los últimos meses a la fama por su participación como jurado en el concurso MasterChef que emite TVE los martes por la noche. El motivo no es otro que una conversación telefónica que la empresaria mantuvo el 25 de mayo de 2012 con la ciudadana israelí Malka Mamman Levy, considerada una de las piezas claves de la estructura de lavado de dinero negro de la trama de Gao Ping. La Policía está convencida de que en dicha llamada ambas mujeres acordaron la entrega por parte de esta última de 55.000 euros en efectivo a Vallejo-Nágera fuera del control del fisco. Ésta se realizó ese mismo día, según registraron en imágenes los agentes, aunque en ella no intervino la cocinera, sino su marido, el enólogo y consejero de las Bodegas Marqués de Riscal Pedro Aznar Escudero. Los responsables de la investigación se plantean también llamar a declarar a éste.
Los pinchazos telefónicos apuntan a que el contacto de la cocinera con la trama de blanqueo era el gestor suizo Antonio Fasana, imputado en el 'caso Gürtel'
Vozpópuli se puso este viernes en contacto telefónico con la popular cocinera, quien reconoció la conversación telefónica y el encuentro de su esposo con la integrante de la trama de blanqueo, aunque ella da un sentido muy distinto al mismo. Según Samantha Vallejo-Nágera, en aquella llamada no trataron de ninguna entrega de dinero sino de un presupuesto que su empresa de catering había realizado para Malka Mamman, actualmente encarcelado por esta causa. "Se puso en contacto conmigo por mediación de un cliente y me pidieron un presupuesto para una fiesta de 200 invitados en la que debía servir comida kosher (judía). Mi marido fue a entregarselo porque yo me encontraba en ese momento en Ibiza", afirmó. Según Samantha, aquella fiesta no se llegó a celebrar y nunca más volvió a tener contacto con la integrante de la red de blanqueo de la mafia china. "Ni siquiera recuerdo a cuánto ascendía el presupuesto. ¿55.000 euros?. Tal vez, la comida kosher es cara", añadió.
La interpretación de la Policía es, sin embargo, muy diferente. En los informes policiales que aparecen en el sumario, y a los que ha tenido acceso Vozpópuli, se apunta abiertamente a que la miembro del jurado de MasterChef llamó al móvil de Malka Manna porque era una de las adineradas 'clientes' de la trama presuntamente encabezada por Gao Ping que utilizaba sus servicios para traer a España el dinero que tenían oculto en paraísos fiscales. De hecho, la primera pista sobre su relación con la trama se encuentra en una conversación que mantuvieron el 24 de mayo de 2012 Malka Mamman y el considerado por los investigadores principal cerebro de la red de blanqueo, el septuagenario ciudadano belga François Leiser. En ella, la ciudadana israelí indicaba a su jefe que había intentado ponerse en contacto con "la señora ayer y hoy para los 55" pero que no lo había conseguido.
Cruce de llamadas
Finalmente, el contacto telefónico se produjo al día siguiente. En él, Samantha indicó a su interlocutora que ella no podría acudir a la cita porque "acabo de ir a Ibiza, pero mi marido está en Madrid y lo va a coger mi marido, ¿vale?", transcribe textualmente el informe policial. En ese momento, la ciudadana israelí le indicó que mejor por la tarde, a lo que Samantha contestó que de acuerdo y que recibiría la llamada de su marido. "Se llama Pedro Aznar", le especificó. Poco después, Malka volvía a telefonear a Leiser para indicarle que finalmente había conseguido contactar con la mujer de los '55'. Ambos personajes volveiron a hablar horas después sobre la misma entrega. La ciudadana israelí recalcaba en ella a su jefe que el encuentro con la cocinera sería "en breve".
La Policía registró en imágenes el encuentro del marido de Samantha con la 'blanqueadora' en una cafetería de la madrileña calle Orense
Efectivamente. Sobre las seis y media de la tarde, el teléfono de Malka recibió una nueva llamada. En este caso, era el marido de Samantha, Pedro Aznar. Ambos mantuvieron una conversación de tres minutos en la que concretaron la cita para una hora más tarde en una cafetería de la cadena Starbucks situada en la calle Orense de Madrid, muy cerca de un Corte Inglés, como se encargaron de recalcar ambos en su charla. "Entonces, son 55, ¿no?", preguntó Malka Mamman para asegurarse de la cantidad de dinero que supuesta debía llevar. En la conversación, ambos personajes llegaban bromear sobre la coincidencia de que sus domicilios se encuentrasen situados muy cerca uno de otro. Él, incluso, le propuso que le llevase al suyo el dinero.
A la hora convenida para el encuentro, agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía que se habían desplazado al lugar de la cita vieron llegar a Pedro Aznar a bordo de su moto de alta cilindrada. Ocho fotografías dejan constancia del encuentro en el voluminoso sumario que instruye el juez Andreu. En estas imágenes se ve a ambos en la concurrida calle y cómo ella le acompañó hasta donde tiene aparcada la moto. Allí, ambos permanecieron parados unos instantes charlando. Poco después, él se subió a su vehículo y regresó a su domicilio, hasta donde fue seguido por los agentes. Mientras, Malka volvía a llamar a Leiser para comunicarle que ya se ha reunido con el marido de la cocinera.
Un hombre de la Gürtel, el contacto
Fuentes cercanas a la investigación consultadas por este diario destacan como un indicio más de la supuesta actividad de blanqueo realizada por Samantha Vallejo-Nágera el hecho de que en su conversación telefónica con Malka mencionaran como persona de contacto a un tal Arturo, un nombre que se repite a lo largo de todo el sumario en boca de muchos de los adinerados clientes de la trama como uno de los intermediarios claves en las operaciones de lavado. Hasta hace escasas semanas, su identidad era un misterio. Sin embargo, el pasado 10 de julio otro de los empresarios imputados en la trama por blanqueo, Antonio Banús Ferré, reconocía ante al juez Andreu, como adelantó este diario, que el misterioso personaje no era otro que Arturo Fasana, un gestor suizo que fue detenido en 2009 dentro de la Operación Gürtel acusado de ser el contable de la trama de Francisco Correa.
Pese a todo, la miembro del jurado de MasterChef insistía en su conversación de este viernes con Vozpópuli en negar cualquier relación con la trama china más allá del supuesto presupuesto para un cóctel. "Estoy alucinada con todo esto", aseguraba antes de reconocer que el pasado mes de diciembre ya supo por informaciones periodísticas que su marido aparecía en el sumario de la mafia china. Entonces, sin embargo, los medios no dieron su nombre. "Todos los días hablo con mucha gente por mi negocio, a muchos de los cuales ni siquiera conozco. Tampoco sabía quién era esta señora y, mucho menos, a lo que se dedicaba", insistió. Pese a ello, todo apunta a que en las próximas semanas será el centro de atención de las cámaras de televisión muy a su pesar. El juez y los fiscales del caso sopesan citar al matrimonio a declarar en la Audiencia Nacional como ya han hecho en los últimos días con otros presuntos clientes de la trama de Gao Ping.
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