Abundante documentación, pero también un arsenal y oro. La Policía intervino durante la Operación Emperador 19 armas, varias joyas e, incluso, un lingote de oro en un chalé relacionada con Vicente María Gregorio Abelló, sobrino del financiero Juan Abello e imputado en la causa como presunto intermediario de la trama de blanqueo de dinero. El domicilio figuraba como sede social de una de sus empresas del arrestado, El Quejigo SL, dedicada a "la explotación, aprovechamiento y comercialización de los recursos agrícolas, ganaderos, cinegéticos y forestales de fincas rústicas", pero también servía de residencia a la madre y varios hermanos del arrestado. Así aparece recogido en las actas de entrada y registro levantadas por un funcionario del juzgado el día de su detención y que han sido incorporadas al sumario que instruye el magistrado Fernando Andreu en la Audiencia Nacional.
El registro del chalé donde el familiar del financiero tenía sus oficinas duró cuatro horas. Allí estaban los rifles y escopetas requisados
El registro de la vivienda, situada en el número 6 de la madrileña Plaza María Guerrero, en el elitista barrio de El Viso, se inició a las 10:25 de la mañana del pasado 16 de octubre y en el intervinieron cuatro miembros del Cuerpo Nacional de Policía y un funcionario del Servicio de Vigilancia Aduanera. Los agentes acudieron al lugar acompañados del propio Vicente María Guerrero Abelló, que había sido detenido cuatro horas antes en el domicilio donde vivía con su mujer e hijos. Al llegar, los policías fueron conducidos por el propio arrestado a "una dependencia" de la casa donde había un armario repleto de armas largas. En concreto, dos rifles Winchester con mira telecóspica, otro rifle Brownigs, otro más de "cerrojo", así como una escopeta Harrington & Richardson, una más Holland & Holland y tres escopetas Ugartechea. Junto a ellos, el sobrino del financiero guardaba un arco Grozer "con una funda con estampado de camuflaje y once flechas en el interior del carcaj". Los agentes también reflejaron en el acta que en el lugar había un "albúm de fotos" en el que el detenido guardaba su licencia de armas y cinco guías de otras tantas armas, así como una "caja metálica" y una "mochila de cuero" que contenían cartuchos de diversos calibres.
Sin embargo, aún quedaba numerosas armas por localizar. Según se recoge en el acta de registro, uno de los hermanos del detenido guió a los policías hasta una vivienda anexa al edificio en la que había más. En concreto, allí fueron localizadas dos escoptas Caesar Guerini, un rifle Remington, otro Ruger y un más Winchester, así como seis cajas con munición. No serían las últimas. En otra "estancia" de la vivienda, aparecieron un rifle Prestoc, otro más de la marca Remington y dos escopetas del calibre 12. Según hizo constar el secretario judicial en el documento redactado a mano, Vicente María aseguró en ese momento que estas últimas las había heredado de su madre. Más adelante, los agentes encontraron nueva munición en otros lugares de la casa.
El registro, sin embargo, iba a seguir deparando sorpresas a los policías que lo realizaban. Así, los agentes localizaron una caja fuerte en la habitación en la que, según les detalló el sobrino del financiero, él trabajaba. En un primer momento, no pudieron abrirla por que el detenido aseguró que su combinación sólo la conocía su secretaria, Adela C.G. Cuando ésta llegó poco después a la vivienda y facilitó la misma, los agentes encontraron en tres de los cuatro estantes de la misma cierta cantidad de dinero en efectivo repartido en sobres, así como documentación bancaria y talonarios. Además, el acta refleja que en el cuarto "y último estante" , los agentes hallaron varias joyas: una gargantilla de esmeraldas y brillantes, un estuche con oro del que aseguraron que "no se puede calcular el peso", otro recipiente con ocho monedas del mismo metal y un lingote. Todo ello fue guardado por los agentes en el interior de bolsas de plástico que fueron inmediatamente precintadas. En el documento judicial también se refleja la intervención de documentos hallados en otros lugares de la casa así como discos duros de varios equipos informáticos. El exhaustivo registro terminó cuatro horas y media después de haberse iniciado.
Pieza clave, según la Fiscalía
Un escrito de la Fiscalía Anticorrupción y contra el Crimen Organizado presente en el sumario señala al familiar del conocido financiero como una pieza clave en la trama de blanqueo de dinero negro supuestamente dirigida por el empresario Gao Ping y que era capaz de 'lavar' 300 millones de euros al año. Un informe policial incluso señala al sobrino de Juan Abelló como un integrante especialmente activo en la labor de buscar empresarios españoles interesados en utilizar los servicios de la trama para traer a España el dinero que tuvieran oculto en paraísos fiscales salvando los controles de Hacienda.
Siempre según la causa que instruye el juez Andreu, Vicente María mantenía una intensa relación con uno de los principales personajes de la trama, la ciudadana española de origen israelí Malka Mamman Levy, alias La Sobrina, auténtica cerebro, junto al empresario Rafael Pallardo Calatrava, de la estructura de 'lavado' de dinero negro que utilizaban los empresarios chinos liderados por Gao Ping. Según recogen textualmente los informes policiales, esta mujer era "el eje vertebrador de la organización criminal especializada en el blaqueo de capitales en nuestro país, sirviendo de nexo de unión entre la estructura internacional y los clientes donantes/receptores en nuestro país, siendo además 'enlace' de una serie de intermediarios de ámbito nacional dedicados al mercado del dinero negro y que a su vez disponen de sus propios clientes".
El sobrino de Juan Abello era, presuntamente, uno de estos "intermediarios de ámbito nacional" con sus propios clientes, según las investigaciones. De hecho, mantenía "constante comunicación" con Malka Mamman, para la que captaba "nuevo clientes" a los que facilitaba "realizar todo tipo de transacciones económicas ilícitas con el fin de evadir capital de nuestro país". Dichas acusaciones son corroboradas en el sumario con la transcripción de numeras conversaciones entre ambos personajes de la trama. Estas mismas conversaciones son las que relacionan a un segundo Abelló con la red. Se trata de Antonio Herrero Abelló, primo de Vicente María y también familiar directo del célebre empresario. Su nombre aparece en varias ocasiones en el sumario que se instruye en la Audiencia Nacional como un presunto "cliente" de la trama, aunque no ha sido detenido. Muy posiblemente, será uno de los cerca de medio centenar de empresarios a los que la Fiscalía pida al magistrado llamar a declarar en las próximas semanas para que aclaren su relación con la red de blanqueo.
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