Nuevo episodio de la guerra interna en la Policía a cuenta del 'caso Faisán'. El que fuera jefe de la Brigada de Información de San Sebastián cuando el 4 de mayo de 2006 un chivatazo frustró una operación contra ETA ha afirmado este miércoles en el juicio que dicho operativo era una "ficción" y en realidad no se iba a producir ese día. Manuel R. ha declarado como testigo en la tercera jornada del juicio contra el ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies y el exinspector de Álava José María Ballesteros por revelar secretos y colaborar con ETA como presuntos responsables del chivatazo, que desmontó un dispositivo contra el aparato de extorsión de la banda.
Según las acusaciones, Pamies envió al bar Faisán a Ballesteros, quien le entregó un móvil a su dueño, Joseba Elosua, a través del cual el ex jefe superior le alertó de la operación, en la que se iba a detener a un miembro del PNV, para no complicar la delicada situación política en plena tregua de ETA. Según el testigo, dicho operativo, comandado por Carlos Germán -el mismo policía que luego dirigió la investigación del chivatazo-, no se iba a producir el 4 por la mañana y las gestiones de ese día para prepararla "forman parte de la simulación de un dispositivo de servicio que no tenia sentido".
"El día 4 por la mañana no se iba a producir nada, nosotros estábamos esperando que el paso del dinero (que debía entregar Elosua del impuesto revolucionario) se hiciera el viernes por la tarde", ha asegurado el testigo. Ha apuntado que cuando en la noche anterior le dijo a Germán que iba a avisar a los jueces de guardia de las localidades donde se iban a producir las detenciones, le dijo que no avisara "a nadie", por lo que considera que en realidad no se estaban realizando los preparativos para "tirar" (poner en marcha la operación) y que ese día no había "nada" montado.
"Se produce una ficción de servicio, no sabemos por qué, en la Brigada de Información de San Sebastián nos tienen de alguna manera engañados", ha dicho. Antes han declarado varios mandos policiales que han respaldado la versión de Pamies de que se reunía a menudo con un confidente en Francia, y uno de ellos ha confirmado su coartada de que el día del chivatazo había concertado una cita con él.
El que entonces era jefe de la Brigada en Francia de la Comisaría General de Información, Alberto L., ha asegurado que "por supuesto" que ese día Pamies se iba a citar con el confidente y que el encuentro iba a tener lugar en la zona del sur de Francia. Otros dos mandos, que han reconocido su amistad con Pamies, han corroborado que se reunía a menudo con el confidente.
El entonces jefe de la Brigada de Información de Vitoria ha explicado que fue él quien le envió a Ballesteros porque Pamies le pidió un "hombre de confianza" para un "trabajo en la frontera".
Ha asegurado que esto ocurrió porque normalmente era él quien acompañaba al ex jefe superior cuando se reunía con el confidente, pero que ese día no pudo porque estaba en Granada.
La inspectora jefe de San Sebastián Teresa H., quien supuestamente alertó a Pamies de la conversación pinchada a Elosua en la que se descubrió el chivatazo, ha negado que supiera esa información y ha considerado normal que el 3 y 4 de mayo mantuviera quince llamadas y mensajes con Pamies y en los 88 días siguientes solo 33.
La testigo ha comparecido ante el tribunal con una peluca rubia y ha indicado que dio en ocasiones cobertura a Pamies en Francia para reunirse con el confidente examinando la zona donde se iban a producir los encuentros.
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