España

Álvaro Pérez 'el Bigotes': "¡Maldita la hora en la que me fui a Valencia!"

El número tres de la denominada trama Gürtel rompe su silencio para defender su actuación organizando mítines en el PP en Madrid y Valencia y carga contra los "vampiros" del partido.

Álvaro Pérez, también conocido como 'el Bigotes', y número tres en la denominada trama Gürtel ha roto su silencio tras seis años de silencio desde que se destapara el caso se corrupción en las filas populares. Pérez conde su decisión de marcharse a Valencia animado por Francisco Camps, que le dijo que allí sería feliz: "¡Maldita la hora en la que me fui a Valencia", asegura, aunque explica que cuando llevaba un año trabajando para el PP de Valencia no había conocido a ningún "vampiro" como los que se había encontrado en sus años trabajando para el PP de Madrid, algo que, según asegura, Francisco Correa no creía.

Según relata en una entrevista que publica este sábado el diario El Mundo, empezó a trabajar con el PP "cuando un amigo mío, Alejandro Agag, me presentó a Paco Correa en el restaurante chino del hotel Villa Magna el año que José María Aznar ganó las elecciones. Me dijo que era quien hacía los mítines del PP. Me advirtió Alejandro de que era un tipo muy carismático, con una vida personal muy dura pero con mucho éxito en los negocios. Me explicó que montar un mitin era igual que montar un escenario para una folclórica o para un cómico, pero sin lentejuelas, y me pidió que probáramos", relata correa, que asegura que tras meses viendo mítines del PP y del PSOE "vi que eran rancios, antiguos y conectaban poco".

Tras meses viendo mítines del PP y del PSOE "vi que eran rancios, antiguos y conectaban poco"

"La gente siempre decía que José María Aznar estaba de mala leche porque salía con unas ojeras tremendas por las sombras de la luz. Hicimos un acto totalmente diferente y El País publicó que Aznar se había hecho un lifting. A partir de ahí empecé a trabajar para Correa y a hacer los mítines para el PP", continúa relatando el número tres de la trama Gürtel, que asegura que prefiere no referirse al caso como Gürtel, sino como 'caso Correa', porque a su amigo Correa no le gusta lo de Gürtel.

Pérez asegura que no le extraña que algunos de los políticos con los que trabajó en sus primeros años acabaran imputados, dado que allí había "golfos, trincones, desahogados, jetas y palanganeros, como en todas las profesiones", y explica que en puestos de relevancia del PP había algunos que "le chupaban la sangre a Correa como vampiros". "No sacaban nunca la cartera para pagar un café ni hacer el gesto", y explica que prefiere no mencionar quienes eran, "eran chupones, muy chupones. He visto cómo han llegado a decir: «Venga, me gusta este relojito y así cobras las facturas que tienes pendientes con el PP». Es tremendo. Cuando no pedían un viajecito te sacaban las tripas cuando viajabas con ellos y nunca te decían: «Vamos en mi coche». La gasolina y las comidas siempre las pagaba Correa".

Sobre si conocía la ilegalidad que podría suponer el que los políticos aceptaran regalos, 'el bigotes' asegura que "no todos eran cargos públicos cuando les hacíamos regalos, pero nunca me planteé que aquello pudiera ser delito. Hubiera mandado a Parla a quien me lo dijera".

Valencia

"Me fui porque no soportaba estar en Madrid. Discutía mucho con la jefa de prensa de Mariano Rajoy, Belén Bajo, porque me preguntaba y no escuchaba", aunque asegura que jamás cobró en dinero negro por montar actos del PP y asegura que "cada uno tenemos que demostrar nuestra inocencia en la parte que nos corresponda. Pablo Crespo nunca ha dicho que sea inocente del todo y Correa ha dicho que la responsabilidad es suya y de nadie más. Siempre ha dejado fuera a sus empleados".

"Mato no tenía por qué saber que a su marido, que era un vampiro, le habían regalado un Jaguar o los cumpleaños de sus hijos porque no estaba con él"

Sobre los famosos trajes de Camps, Pérez asegura que "el más alto tribunal de este país ya ha dicho que no regalé nada a Camps y no voy a ser yo quien diga ahora lo contrario. Y si le hubiera regalado trajes, no los hizo ese tipejo, ese sastre que le tomó medidas en el Ritz y no logró hacerle uno solo que le quedara bien", y añade que le regaló un reloj Cartier de menos de 2.000 euros. Además Pérez rechaza haber regalado nunca un coche a Costa, aunque "otra cosa es que le hiciera una gestión para que consiguiera un descuento".

Ana Mato

Sobre la exministra de Sanidad, el número tres de la trama corrupta asegura que "es honrada y no tiene por qué saber que a su marido le han regalado un coche", explica y añade que "se han dicho barbaridades, como que yo monté cañones de confeti del Bernabéu en la casa de Mato. De haberlo hecho, hubiera enterrado a los niños y me habría cargado la urbanización. En esa época todo el mundo sabía con quién estaba el señor Sepúlveda, al que he invitado mucho a comer y es un vampiro, y con quién andaba Mato: no estaban juntos".

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