La Agencia Tributaria (AEAT) ha elevado a 1,9 millones de euros el dinero que el Instituto Nóos destinó realmente a las tres ediciones del Valencia Summit (2004, 2005 y 2006) y a las dos del Illes Balears Forum (2005 y 2006), a pesar de que para la organización de estos eventos la entidad sin ánimo de lucro percibió hasta un total de 5,8 millones de euros, según un informe de 402 páginas al que ha tenido acceso Europa Press.
El dictamen, que ha sido presentado por Hacienda al juez instructor del caso Nóos, José Castro, determina de este modo cómo la entidad al frente de la cual se encontraban el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su exsocio Diego Torres, se benefició de 3,9 millones de euros que finalmente no fueron invertidos al objeto para el que obtuvieron el dinero: el impulso de los anteriores proyectos deportivos.
Más en concreto, la AEAT especifica que sólo en 2004, Nóos destinó a la preparación del primer Valencia Summit 194.436 euros, a pesar de que para ello había percibido un total de 1,044 millones públicos. Un año después, de los 1,5 millones que recibió, tan sólo gastó en facturas de la segunda edición 395.597 euros, mientras que en lo que a la tercera edición se refiere, el Instituto recibió 1,049 millones, de los que empleó 320.635 euros para el evento. Así, hasta un total de 3,6 millones de euros recibió Nóos de la Administración pública valenciana en virtud del convenio de colaboración suscrito el 8 de septiembre de 2004 entre la entidad aparentemente sin ánimo de lucro, la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA) y la Fundación Valencia Turismo Convention Bureau (FVTCB), al que siguieron dos addendas más.
Mientras tanto, en relación con los foros de turismo y deporte celebrados en Palma, Hacienda especifica que los ingresos públicos que obtuvo fueron de 1.409.768 euros en 2005 y de 1.989.494 en 2006, cantidades de las cuales destinó 554.101 euros a la primera edición del evento y 525.725 al segundo. Lo que Hacienda traduce en un total de 2,2 millones de euros en ingresos y 1,7 millones en gastos.
BPMO Edigrup, principal proveedor
En su informe, los inspectores de Hacienda destacan, antes de desglosar e imputar los datos de cada uno de los eventos, cómo en los tres años analizados (2004, 2005 y 2006) la entidad BPMO Edigrup fue el principal de los proveedores externos del Instituto Nóos, al margen de las propias entidades integradas en el conglomerado empresarial de Urdangarin y Torres. La empresa se encargó de la ejecución del material de diseño y la presentación de las dos cumbres en cada una de sus ediciones.
Tal y como incide el extenso documento, BPMO facturó a Nóos un total de 63.617 euros para el primer Valencia Summit, 91.005 para el segundo y 111.609 para el tercero, mientras que en el caso de los Illes Balears Forum cobró 53.700 euros en la primera edición y 42.126 en la segunda.
Sospecha por el importe "notablemente superior" de las facturas
En este sentido, el informe constata que el importe de las facturas asociadas al evento de Valencia es "notablemente superior" al de las relativas a la cumbre de Baleares, lo que, añade, "no deja de llamar la atención" si se tiene en cuenta que ambos eventos tuvieron un formato similar -tanto por su duración como por el número de asistentes-. "Tampoco es fácil hallar explicación plausible para el hecho de que la facturación de BPMO experimente un tan notable incremento anual como el que se observa en el Valencia Summit 2005 y 2006 respecto al año anterior", destaca en esta línea la AEAT.
Por otro lado, Hacienda apunta a la contratación que se llevó a cabo de los denominados relatores, que "al parecer tenían como función la de tomar notas de las ponencias para que luego se recopilasen en un libro", percibiendo por ello unos honorarios de mil euros en la mayoría de los casos.
Sin embargo, a juicio de la Agencia Tributaria, la necesidad de estos servicios "es dudosa", dado que los eventos contaban con el correspondiente servicio de comunicación y prensa, que las sesiones de trabajo de los eventos se grababan en su integridad y que las ponencias, una vez grabadas, se transcribían con posterioridad.
Es más, añade entre estos gastos superfluos aquellos que, "bien por ser de dudosa imputación, no pueden atribuirse específicamente a un evento o fuente de ingresos", como la mensajería, el material de oficina, suministros o asesoría. Finalmente, destaca la existencia de gastos en "colaboradores", si bien apunta a la ausencia de soportes documentales que permitan conocer su concepto y naturaleza.
Y es que, en el marco de esta causa, los investigadores apuntan a la falta de justificación documental de dónde fueron a parar las cantidades así como el uso supuestamente fraudulento de numerosas facturas de servicios realizados. Así, entre las múltiples facturas presentadas para justificar los eventos de Palma se encuentran otras tantas que se refieren en realidad al Valencia Summit o bien no guardan relación alguna con estos enclaves.
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