El ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, quiere devolver los 436.688,42 euros que gastó con su tarjeta black y así se lo ha hecho saber al titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de la Audiencia Nacional, el magistrado Fernando Andreu. Tal y como adelantaba el diario El Mundo y ha podido confirmar Vozpópuli, con esta maniobra Blesa busca un atenuante de cara a la posible condena que le puede imponer en la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional tras la celebración de la vista oral a tenor que de la Fiscalía Anticorrupción reclama para el exbanquero la máxima -una pena de seis años de cárcel- por un delito de apropiación indebida.
Sin embargo, junto con el citado atenuante, que el fiscal Alejandro Luzón pueda aplicarle a Miguel Blesa –el representante del Ministerio Público ya aplicó esta circunstancia a 11 de los 66 acusados que devolvieron el dinero gastado con los plásticos opacos- el ex banquero también quiere demostrar con este movimiento procesal que no hay "mala fe" en su actuación. Según informan fuentes jurídicas, el hecho de que Blesa trate ahora de consignar los 436.688,42 euros que pagó con su tarjeta black no será obstáculo para que el ex banquero defienda de forma férrea su inocencia en el macrojuicio que arrancará el próximo lunes en la Audiencia Nacional.
Por su parte, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha decretado el levantamiento parcial del embargo que pesaba sobre los bienes del expresidente de Caja Madrid de modo que éste pueda devolver 436.688 euros desembolsados con la tarjeta opaca de la entidad. En un auto fechado, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 4 de Madrid, Fernando Andreu, levanta parcialmente el embargo de la cartera de inversión que Blesa posee en Bankia Banca Privada y Bankia Fondos, para que se ingrese esa cantidad en la cuenta abierta por el FROB en la entidad financiera.
El fiscal Alejandro Luzón sostuvo que Blesa "consagró" el sistema de las visas opacas dentro de Caja Madrid
En su escrito de acusación, el fiscal Luzón sostuvo que el expresidente de Caja Madrid "consagró" el sistema de las visas opacas y "autorizó su entrega a los miembros del Consejo de Administración, de la Comisión de Control y a determinados altos directivos de unas tarjetas de crédito que, hasta la cuantía por el mismo establecida y con cargo a la sociedad, podían ser empleadas por sus usuarios para gastos de libre disposición, incluidos gastos propios de naturaleza estrictamente personal".
Por su parte, Andreu detallaba en el auto donde dio por finalizada la instrucción de esta causa que "la utilización de las tarjetas no tenía como finalidad los gastos de representación o gastos relacionados con actividades profesionales de los disponentes, por lo que las cantidades dispuestas en el uso de tales tarjetas deberían ser tratadas como retribuciones irregulares, dado que las mismas como queda dicho no tenían soporte contractual ni las cantidades recibidas eran declaradas a Hacienda".
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