La Junta de Castilla y León ha decidido adelantar a las 20 horas el toque de queda, confinar perimetralmente todas las provincias y limitar a cuatro personas las reuniones en domicilios como medidas para intentar paliar el nivel de contagios de esta tercera ola de la covid-19 que ha llevado a una situación de "extrema gravedad".
Así lo ha anunciado el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien ha detallado las medidas acordadas tras informar de su decisión en la tarde de este jueves a los diferentes grupos parlamentarios y esta misma mañana a los alcaldes y presidentes de diputación con el fin de homogeneizar todas las acciones y contar con su colaboración en la puesta en marcha de las mismas.
La decisión se ha adoptado con el objetivo de reducir el nivel de contagios que actualmente registran una subida "en pared" similar a que tuvo lugar en marzo. Así, con estas acciones se prevé reducir la movilidad, el contacto social y la actividad no esencial.
Estas nuevas restricciones se suman a las que ya se pusieron en marcha en el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado el pasado martes y que pasan por el cierre en el interior de los establecimientos hosteleros, la clausura de gimnasios, centros comerciales y salas de apuestas, además del cierre perimetral de la Comunidad.
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