El robo de catalizadores y baterías se ha puesto de moda entre los delincuentes comunes. Esta práctica es una forma fácil de ganar dinero y a la vez sufren pocas represalias judiciales ya que está considerado como un delito de hurto. Pedro Villanueva Sanabria, el conductor del atropello mortal del Paseo de Extremadura, era uno de estos ladrones que vendían estos artículos a clanes de la Cañada Real como los 'Saavedra', considerados los reyes de la droga del poblado y que recientemente han sido detenidos por los agentes de la Policía Nacional.
Entre 200 y 250 euros por catalizador y 500 euros por batería. Esos son los precios que se obtienen por estos componentes en el mercado negro. Los puntos de venta son variados y abarcan desde los desguaces hasta los pisos del Sector VI de la Cañada Real. Precisamente, los investigadores de la Policía Nacional sospechan que en esta zona se ha establecido un perista que se encarga de comprar y distribuir las piezas robadas.
Baterías para tener luz en la Cañada Real
Estos dos elementos son el objetivo de los ladrones porque se ha abierto un nicho de mercado. Muchos de ellos, como el propio Pedro Villanueva, habían captado el mensaje de la demanda y se habían especializado en estos hurtos. Para el robo de baterías una sola persona es suficiente pero la sustracción de catalizadores requiere más efectivos, según explican fuentes policiales. Sin embargo la cantidad que se puede transportar de catalizadores es mayor aunque sus beneficios sean menores.
Los cortes de luz que sufren en la zona del Sector VI de la Cañada Real por las plantaciones de marihuana también han incrementado la búsqueda de baterías. Y es que los delincuentes usan el panel fotovoltaico de estas piezas para generar luz. "No solo las roban para lucrarse sino también para su propio autoconsumo", relatan estas fuentes.
De robos antes del atropello en el Paseo de Extremadura
Pedro, el autor del atropello mortal en el Paseo de Extremadura, era uno de los delincuentes que buscaban con asiduidad los catalizadores. En el momento en el que huía de la Guardia Civil estaba dando vueltas, junto a un amigo, su mujer y su bebé, por diferentes zonas de la región para robar estos elementos. Se encuentran en prisión provisional. Entre los actos que se le imputan se encuentran cuatro delitos de robo de catalizadores, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
El destino de los catalizadores robados está en las ciudades costeras de España, en concreto puntos como Málaga. Una de las últimas organizaciones criminales desmanteladas contaba con 29 miembros y distribuía las piezas robadas desde Málaga a Houston (Estados Unidos). Estas empresas falsificaban las facturas de compraventa de catalizadores, tratando así de regularizarlos en el mercado de curso legal. Robaban por toda España y después desde la capital de la Costa del Sol la enviaban. Desde barcos hasta aviones. Todo sirve.
Esta reciente investigación permitió esclarecer un total de 501 hechos cometidos en las diferentes provincias a las que viajaban los investigados. A uno de los miembros más activos de la organización se le imputan hasta 43 hechos delictivos. Este ladrón se quedó muy cerca de superar los 64 antecedentes con los que contaba Pedro, el autor del atropello en el Paseo de Extremadura.
Sin prisión por robar catalizadores
El robo de catalizadores sale muy barato a sus atracadores. El delito de hurto se castiga con la pena de prisión de seis a dieciocho meses si la cuantía excede de 400 euros. En caso de no superar esta cifra se podría imponer una pena de multa de uno a tres meses. Muchos no las cumplen porque se declaran insolventes cuando llega la hora de comenzar el juicio. Pese al esfuerzo policial no pisan las cárceles sus autores a pesar del gran palmarés criminal que tienen a sus espaldas.
¿Por qué son tan codiciados los catalizadores? Al revestimiento de cobre de estas piezas se le añade un panel de cerámica que está compuesto por metales como el paladio y el platino. Dos minerales que en la actualidad son más valiosos que el oro.
Pedro, español de 1991, se encuentra en prisión provisional tras fugarse después de atropellar mortalmente a dos personas en el Paseo de Extremadura en Madrid. Era un viejo conocido de los agentes y fue detenido semanas antes por, precisamente, robar catalizadores.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación