Cataluña es la comunidad autónoma donde más empleados públicos se han contratado durante la crisis, unos 45.000 según los datos de la Encuesta de Población Activa tomados desde el tercer trimestre de 2007, considerado el inicio de nuestra Gran Recesión si se tiene en cuenta el comportamiento del mercado laboral.
Si además se suma a esta cifra de contrataciones netas el número de temporales despedidos, unos 5.000, entonces se puede inferir que en Cataluña ha aumentado el número de empleados indefinidos en unas 50.000 personas hasta junio de 2012.
En principio, estas estadísticas se refieren a todo el empleo público de la región. Sin embargo, si se miran al detalle las cifras desagregadas por nivel de administración, el Estado central con la Seguridad Social apenas ha engordado en 8.000 individuos su plantilla, mientras que las corporaciones locales la han rebajado en 37.000 y las empresas públicas, en 14.000.
Es decir, las únicas que aumentan sustancialmente el número de trabajadores por nivel administrativo son las comunidades autónomas, en unos 155.000 en total desde los 1,568 millones hasta los 1,723 millones. Y si encima se cruzan los datos con los de empleo público por regiones, observamos que en la mayoría se reduce o repunta un poco… Salvo en Cataluña, Andalucía y Valencia, donde la cifra de empleados se eleva en unos 45.000, 37.000 y 25.000, respectivamente. Es decir, estas tres acaparan buena parte de los 155.000 nuevos puestos creados en las comunidades.
De modo que se puede deducir que el grueso de esas 45.000 contrataciones lo han llevado a cabo la Generalitat de Barcelona y algunas otras capas de burocracia intermedia en Cataluña, como las diputaciones o las comarcas. En los presupuestos del Govern de Artur Mas para 2012, la partida de gasto en personal disminuye en 800 millones de euros principalmente porque se recortan horas y salarios, no por haber ajustado la plantilla.
Andalucía es la región donde más indefinidos se han incorporado en medio de la crisis. Al sumar los 24.000 temporales despedidos a los 37.000 empleos generados netos se obtienen por tanto 61.000 contratos de funcionarios indefinidos. Esto en parte se debe a que los socialistas, al ver que perdían varias diputaciones, regalaron cargos fijos a muchos miembros de sus equipos de confianza antes de abandonarlas.
Las dos autonomías en las que más ha caído el número de trabajadores públicos son Extremadura, 16.000, y Castilla La-Mancha, 12.000.
El conjunto del Estado ha inflado el número de asalariados públicos en 109.000, pero a la vez ha podado la cifra de temporales en 134.000, de lo que se concluye que las Administraciones Públicas han contratado unos 243.000 indefinidos desde el tercer trimestre de 2007. Según la EPA, el total de funcionarios a mediados de 2012 se sitúa en 3,04 millones.
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