“Sabemos que estamos infiltrados desde hace tiempo, pero no hemos tenido sospechas fundadas de ello hasta que en Convergencia nos han avisado de que las negociaciones con la CUP están siendo trasladadas a La Moncloa, a través del CNI, prácticamente en tiempo real”, aseguran en Esquerra Republicana. Las fuentes de Convergencia consultadas no confirman este aviso dado a la formación de Oriol Junqueras, aunque sí tienen conocimiento de que el equipo de Mariano Rajoy está perfectamente informado de cuanto acontece en las cuatro mesas de diálogo abiertas con la Candidatura de Unidad Popular para que prospere la investidura de Artur Mas antes del 11 de noviembre, la fecha límite prevista para la segunda votación, en la que solo necesitaría de mayoría simple.
Convergencia sabe que La Moncloa está al tanto de las cuatro mesas de diálogo en las que Mas se juega su investidura
El hecho es que dentro de Esquerra se ha desatado una auténtica caza de brujas para descubrir a los posibles colaboradores del CNI, pues Oriol Junqueras y su séquito culpan a los servicios de inteligencia de estar detrás de buena parte de los acontecimientos que en los últimos meses han dañado el crédito del proceso soberanista, golpeando allí donde más le duele.
En Esquerra, por ejemplo, se ve a estos servicios detrás de lo que se está sabiendo del clan Pujol, una percepción que también es compartida en Convergencia. “Aunque en algunos círculos de Cataluña era un secreto a voces, es evidente que la revelación hecha por Jordi Pujol en el verano del año pasado sobre su patrimonio en el extranjero obedeció a una maniobra bien planificada de los servicios secretos”, asegura un parlamentario convergente, quien recuerda la evidencia de que “Pujol cantó” a partir de los datos bancarios robados en Andorra por un exempleado de la entidad donde el propio expresidente de la Generalitat tenía depositado su dinero.
La "herencia" familiar de Pujol
Quince meses después de esta revelación -“en estos últimos días los miembros de mi familia han regularizado una herencia …”- la Guardia Civil está apretando las tuercas al ex molt honorable y a su familia intentando llegar al origen mismo de la trama del 3% bajo una operación que sigue con lupa y al minuto el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. El gran interrogante en estos momentos dentro del Gobierno descansa en si Rajoy está o no en condiciones de aprovechar todos los resortes de los que dispone el Estado, desde el propio CNI hasta las Fuerzas de Seguridad, pasando por la Fiscalía, la Audiencia y hasta la misma Agencia Tributaria, para dinamitar el núcleo duro de Convergencia, el más soberanista, y con él, echar por tierra una cruzada que, paradójicamente, ahora depende en su evolución de la voluntad de un partido de extrema izquierda como la CUP.
Convergencia y ERC han advertido a sus altos cargos que no hagan llamadas delicadas desde sus móviles
Cuando en julio del año pasado al general Félix Sanz le venció el mandato al frente de los servicios de inteligencia y el Gobierno volvió a depositar en él la confianza por un periodo de otros cinco años, en La Moncloa se destacaron dos hechos relevantes para explicar esta apuesta: el profundo conocimiento que acumula el director del CNI sobre el problema catalán y el eficaz protagonismo que tuvo en la agonía del terrorismo etarra. Ambas circunstancias y el hecho de estar considerado como un “servidor del Estado”, prevalecieron más que ninguna otra en la renovación de su mandato, a pesar de que estrenó esta responsabilidad durante el Gobierno de Zapatero.
La lógica dice que ante un desafío de tanta envergadura como el que se afronta desde hace dos legislaturas con Cataluña, el CNI ha debido reforzar y afinar su presencia en esta comunidad para que ninguna de las fuerzas que operan a favor de la independencia descubra a los agentes y a los colaboradores allí desplazados. La carpeta catalana es altamente confidencial y, según fuentes de La Moncloa, a ella solo tienen acceso semanal Mariano Rajoy y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, aunque la mayoría de los despachos relacionados con Cataluña los mantiene personalmente Félix Sanz con el presidente del Gobierno y en las últimas semanas han aumentado su frecuencia.
Los independentistas están seguros de que las maniobras del CNI obligaron a Pujol a desvelar su patrimonio en el extranjero
Pero “de ahí a concluir, como se asegura en Convergencia y en ERC, que el CNI está detrás de todos los acontecimientos que perjudican al bloque soberanista, va un largo trecho”, afirman fuentes gubernamentales. Cuando antes de las elecciones del 27-S algunas patronales dosificaron su contrariedad y su censura al proceso secesionista, consejeros de la Generalitat muy próximos a Mas también culparon sin pruebas a los servicios secretos de incentivar y promover estas reacciones. La obsesión por ellos es tan elevada en el bloque independentista que tanto en Convergencia como en Esquerra se han activado todas las alertas para limitar al máximo las llamadas a través de móviles, pues sospechan que la mayoría pueden estar intervenidos. La consigna es bastante estricta: “Para lo confidencial, si es urgente, siempre teléfonos fijos”. En los despachos de Mas y de sus colaboradores más inmediatos se realizan también con frecuencia barridos electrónicos para prevenir posibles escuchas. Se trata de una inquietud que linda con la chirigota, a tenor de lo que los propios consejeros del president empiezan a filtrar de las reuniones internas de Gobierno y de lo que sale de la boca de algunos dirigentes de Convergencia que ven cada vez más próximo el entierro político de su líder.
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