En los sectores de CiU que rechazan el proyecto independentista de Artur Mas se compara lo vivido hace nueve años en el País Vasco durante el recorrido del ‘plan Ibarretxe’ con lo que ahora acontece en Cataluña. En 2005, el silencio de los empresarios en el norte sobre el programa secesionista del lendakari era sepulcral. Sin embargo, ahora empiezan a surgir en Cataluña algunas voces robustas que salen al paso del camino emprendido por la Generalitat. No han sido muchas y lo han hecho de forma tímida, pero en las filas del nacionalismo no independentista se consideran suficientes y significativas. “No esperamos que haya nuevos pronunciamientos, no podemos pedir a los empresarios que sean héroes. Algunos ya han dicho lo que pensaban y ahora la pelota está en el tejado de La Moncloa”, aseguran fuentes de CiU contrarias al plan de Mas.
"No podemos esperar que los empresarios catalanes sean héroes", se afirma desde CiU, el PSC y Ciudadanos
Entre los que se han retratado figuran voces tan representativas como las del presidente de Caixabank, Isidro Fainé, del Sabadell, Josep Oliú, de CEOE, Juan Rosell, de la patronal catalana, Joaquim Gay, del grupo Planeta, José Manuel Lara, o de Freixenet, José Luis Bonet. Fainé, desde Washington, no llegó a decir en público lo que a finales del año pasado le dijo a Artur Mas a la cara –“President, te estás equivocando” – y se limitó a pedir un gran acuerdo sobre la cuestión catalana “que ayude a todos y al conjunto del país”. Rosell tampoco ha ido más allá de reclamar estabilidad política, al igual que Joaquim Gay, quejoso por la falta de diálogo y las dificultades que encuentran los empresarios para generar riqueza y empleo. Nada que ver con sentencias bastante más claras como las que se sucedieron hace meses en boca de Lara – “Si Cataluña se independizara, trasladaría la sede central de mi empresa a Sevilla”- o la de Bonet: “No contemplo que Cataluña se independice porque es una parte esencial de España”. Ni tampoco como el manifiesto que la semana pasada difundieron más de medio centenar de directivos residentes en Cataluña, la mayoría de ellos alemanes, alertando de las “nefastas” consecuencias que tendría para la economía catalana su independencia de España y de los riesgos del “fervor nacionalista”.
Las reacciones de la mayoría de los financieros y empresarios catalanes han sido mucho más tímidas que la de los directivos alemanes que trabajan en su comunidad
No se esperan en el mundo nacionalista nuevos pronunciamientos ni tampoco en las filas socialistas o en Ciudadanos. “Este es un problema que tenemos que resolver desde la política”, apuntan fuentes del PSC. “Los empresarios con los que hemos hablado sienten pánico, pero a ellos les corresponde un papel secundario en la solución del conflicto”, aseguran desde Ciudadanos, donde recientemente se ha pulsado desde un foro antaño tan ligado al nacionalismo como es el Círculo Ecuestre las inquietudes de los principales agentes económicos en Cataluña.
"Los empresarios con los que hemos hablado sienten pánico ante el plan de Mas", confiesan desde Ciudadanos
La clase política catalana coincide en que la respuesta dada por los empresarios no es como para lanzar cohetes, pero también en que tampoco se les puede pedir que sean titanes a la vista del alto volumen de negocio que se juegan en caso de enfrentarse a cara de perro con una Generalitat altamente endeudada y que, al mismo tiempo, conserva abiertos generosos grifos de financiación.
De momento, estos pronunciamientos empresariales han servido para que algunas de las voces más autorizadas del Gobierno catalán reaccionen. Ayer mismo, el consejero de Economía. Andreu Mas-Colell, trató de transmitir tranquilidad sobre las consecuencias del debate soberanista pues, en su opinión, no afectará a la economía catalana ya que no dará “nunca ningún paso” que la pueda dejar “fuera de la Unión Europea”. Según recoge Europa Press, el consejero aprovechó una conferencia en la Cámara de Comercio de Barcelona para infundir sosiego y aclarar que Mas no había pedido al empresariado una adhesión al proceso soberanista, sino que no “pase” de la política.
Mas-Colell intenta transmitir tranquilidad y asegura que la Generalitat no dará ningún paso que pueda dejar a Cataluña fuera de la Unión Europea
Hay dos cosas, añaden fuentes de CiU, que han escocido sobremanera al presidente de la Generalitat: el portazo que ha recibido su plan en los foros comunitarios y la respuesta, tímida aunque efectiva, que hasta ahora ha encontrado en las empresas.
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