“Para ERC resulta muy cómodo dirigir el proceso secesionista desde la orilla sin verse salpicada por ninguna de las medidas impopulares que estamos adoptando desde el Gobierno”, asegura un alto dirigente de CiU. Lo peor, a pesar de que Cataluña arrastra una deuda superior a los 50.000 millones de euros, puede haber pasado si realmente se asienta la recuperación económica, pero en Convergencia muchos tienen la sensación de que Esquerra no se ha dejado suficientes pelos en la gatera en esta legislatura y que antes de comparecer a las próximas elecciones, debería comprometerse más con la tarea de gobierno.
En CiU se aspira a que ERC se comprometa con la tarea de Gobierno y se deje pelos en la gatera antes de comparecer en las elecciones autonómicas
La oportunidad para ello le llegará a Artur Mas si ERC obtiene más votos que CiU el próximo 25 de mayo. En este supuesto, no previsto por la reciente encuesta del CIS, fuentes nacionalistas dan por hecho que el presidente de la Generalitat no tendrá más remedio que ofrecer a Oriol Junqueras la entrada en el Gobierno autonómico con la pretensión, esta vez sí, de forzarle a comprometerse desde dentro en todas las decisiones que se adopten en Cataluña hasta las próximas elecciones autonómicas, con independencia de cuando se convoquen.
En CiU y en ERC se ve altamente improbable que el proceso soberanista se frene como consecuencia del resultado de las europeas, salvo que fuera muy traumático para ambas fuerzas políticas, pero muy posible que las dos fuerzas políticas puedan verse forzadas a recomponer su alianza a partir de un análisis que, a los ojos de Unió Democrática y del equipo de confianza de Josep Antoni Durán i Lleida, resulta demoledor: desde las filas del nacionalismo se ha hecho posible que una fuerza antes marginal como era ERC, cuarta fuerza política en los comicios de 2009 con menos del 10% de los votos, tenga a su alcance ahora controlar el panorama político en Cataluña gracias a la gestión que el propio Artur Mas ha hecho del proceso soberanista y a la caída en picaso del PSC.
Los republicanos han pasado en pocos años de ser una fuerza marginal a controlar el panorama político en Cataluña
El problema se complica, aseguran fuentes de CiU, si se tiene en cuenta el nulo interés que tiene ahora ERC en incorporarse al Gobierno y mojarse en sus decisiones más antipáticas cuando tiene por delante, de aquí a solamente un año, unas elecciones municipales en las que aspira a doblar el número de alcaldes y concejales en Cataluña. Para lograrlo, admiten fuentes de ERC, Oriol Junqueras prefiere seguir en la trastienda del proceso, junto a la Asamblea Nacional Catalana, con el propósito de no mancharse con medidas impopulares y dejando que sea Artur Mas quien ocupe el escaparate principal, al menos hasta que llegue la hora de la verdad y haya que resolver qué se hace, dicen las mismas fuentes, cuando se constate que no puede celebrarse el referéndum del 9 de noviembre.
Oriol Junqueras prefiere seguir en la trastienda del proceso soberanista, sin mancharse con decisiones impopulares
“El objetivo de fondo de Esquerra es convertir a Cataluña en un Estado independiente sabiendo, además, que eso le está siendo altamente beneficioso para conseguir ser la primera fuerza política desbancando al nacionalismo. Muchos nos tememos que ya es tarde para reaccionar”, confiesa un alto dirigente de CiU.
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