El presidente del Congreso, Jesús Posada, distribuyó este martes a los grupos parlamentarios la propuesta que le ha hecho el PSOE por escrito de crear una subcomisión que aborde la reforma del modelo territorial. El PP no ha respondido a ella con un no rotundo, consciente de que Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba mantienen contactos regulares en los que abordan la evolución del problema catalán como un auténtico asunto de Estado. Sin embargo, el propósito del Gobierno es enfriar la iniciativa, pues no ve todavía llegado el momento de abrir el melón de la reforma constitucional, con la crisis de la Corona abierta en canal, el desafío soberanista al rojo vivo y, por añadidura, un sonoro desacuerdo en las fuerzas políticas sobre cómo gestionar la tormenta ante el ciclo electoral que se avecina.
El Gobierno se opone a abrir el melón de la reforma constitucional con la crisis de la Corona abierta en canal y el desafío soberanista al rojo vivo
No habrá, pues, subcomisión ni tampoco comisión temporal para reconsiderar el modelo territorial como propone el PSOE, aunque tampoco será un portazo categórico ya que las conversaciones sobre Cataluña continuarán al máximo nivel. En el Gobierno se interpreta el juego que Rubalcaba está practicando en este conflicto como un intento del líder socialista de aliviar la fractura que le separa del PSC. De hecho, en la dinámica activada por el PSOE para introducir con calzador en el Congreso el debate soberanista se incluye la visita que este miércoles hará al Palacio de la Carrera de San Jerónimo el primer secretario de los socialistas catalanes, Pere Navarro, con el objetivo de reclamar al Gobierno una reunión urgente de la comisión bilateral entre el Estado y la Generalitat.
Pere Navarro (PSC) viaja a Madrid para reclamar la convocatoria urgente de la comisión bilateral Estado-Generalitat
Tanto la creación de una subcomisión para abordar el nuevo encaje de Cataluña en España como la reunión de la comisión bilateral forman parte del guion pactado hace una semana por Rubalcaba y Navarro para escenificar su hiperactividad frente al desafío soberanista, en un momento en el que el PSC corre el riesgo de partirse en dos durante las votaciones que hay pendientes en el Parlamento catalán vinculadas al proceso encabezado por Artur Mas. La primera de ellas se registrará mañana jueves cuando el frente liderado por CiU proponga pedir al Gobierno que ceda a Cataluña las competencias para celebrar el referéndum. El PSC, con 20 diputados, sufrirá un nuevo episodio de indisciplina protagonizado por los cinco parlamentarios del sector crítico partidarios de apoyar esta propuesta, aun a riesgo de ser expulsados del grupo. Probablemente opten por la abstención.
Los socialistas catalanes aun no saben qué hacer con los cinco diputados que mañana se sumarán en el Parlament al frente secesionista
En sus apaños para cicatrizar heridas internas, los socialistas están incurriendo en no pocas contradicciones. Una de ellas ha levantado ampollas entre sus senadores, pues al proponer que el debate sobre el modelo territorial se instale en el Congreso han orillado de forma consciente al Senado, concebido teóricamente como la Cámara genuina de la representación territorial. Fuentes del PP advierten que el Gobierno nunca se hubiera prestado a esta humillación para sus senadores. De haberlo hecho, también hubiera abierto posiblemente una fuerte polémica dentro del PSOE.
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