La consejera de Universidades e Investigación de Cataluña, Gemma Geis, ha defendido el modelo lingüístico de la selectividad después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) haya ordenado a la Generalitat modificar las pruebas de acceso universitario.
En una entrevista en Els Matins, de TV3, Geis ha calificado el auto emitido el pasado lunes como una "interferencia judicial y una persecución lingüística" y ha calificado de "fascista y radical" a la asociación que denunció su forma de proceder en los exámenes. "Pido que se deje de perseguir y de buscar problemas y conflictividad en un ámbito donde no lo hay", ha reclamado.
Sus declaraciones se producen después de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) haya vuelto a impedir a la Generalitat que reparta los exámenes de selectividad de septiembre primero en catalán, tal y como se venía haciendo históricamente. Ordena que los profesores ofrezcan a cada alumno la opción de escoger la prueba en uno de los tres idiomas oficiales de la comunidad: catalán, castellano y aranés.
Identificación de alumnos
Los jueces reiteran así su decisión respecto a las pruebas de junio. Y, además, impiden que se identifique a los alumnos con el fin de remarcar cuál es la opción lingüística elegida para realizar los exámenes. Práctica denunciada por la AEB y que Geis insiste en negar.
Geis ha destacado que, en junio, el 96% de los estudiantes optó por hacer los exámenes en catalán. Aunque no ha mencionado que en aquella convocatoria no se repartieron los modelos en español salvo requerimiento por parte del alumno.
La AEB se defiende de las acusaciones de fascismo. "Es una acusación de una extraordinaria gravedad, sobre todo viniendo de una autoridad pública y dirigiéndose contra una entidad de la sociedad civil que, por su defensa de los principios democráticos y de los derechos fundamentales, es crítica con los planteamientos del gobierno autonómico catalán", ha señalado a través de un comunicado emitido este martes y recogido por Vozpópuli.
En este contexto, considera la AEB, el señalamiento público por parte de un miembro de ese gobierno dirigido contra la mencionada entidad no puede entenderse más que como una forma de presión que va más allá del legítimo derecho a la crítica y se aparta de las reglas del debate político.
"Rechazamos, por tanto, enérgicamente esta práctica de acoso que no se corresponde con los estándares democráticos. En este sentido, pondremos en conocimiento de las instituciones de la UE esta nueva quiebra democrática en Cataluña. El poder público ha de ser respetuoso con las entidades de la sociedad civil y debe evitar las descalificaciones gratuitas; lo que, obviamente, no está reñido con la discrepancia y la crítica", opinan desde la AEB.
La versión de la AEB
La asociación explica que el TSJC les dio la razón (en sede cautelar) y el Consell Interuniversitario se vio obligado a modificar lo que se había hecho hasta este año: "Los enunciados se facilitaban en catalán y solamente si algún alumno lo pedía se le daba en castellano, haciendo constar esta petición como una incidencia".
"Los tribunales recuerdan a la administración que no puede establecerse ninguna preferencia entre los idiomas oficiales y la respuesta de la administración es descalificar a quien ha llevado el caso a los tribunales y obtenido de ellos lo solicitado", comentan.
Quien miente es la consejera. La AEB sí que ha aportado elementos de prueba, lo ha hecho en la sede que corresponde, ante los tribunales y la misma oportunidad tuvo ella
"Cuando se pregunta a la consejera por qué califica de fascista a la AEB lo único que acierta a decir es que no aporta pruebas de lo que dice. Presentamos un escrito que fue contestado por el propio Consell Interuniversitario de Cataluña, quien pudo aportar todas las informaciones y datos que considerara relevantes y sobre ese contraste ha decidido el TSJ", sostienen.
Quejas contra los medios en Cataluña
"Lo que se aporta en el escrito viene corroborado por los testimonios de quienes participaron en las pruebas de acceso del mes de junio", alegan. "Quien miente es la consejera. La AEB sí que ha aportado elementos de prueba, lo ha hecho en la sede que corresponde, ante los tribunales y la misma oportunidad tuvo ella", recuerdan.
Por otro lado, asegurar, de lo que no dispone la AEB es de la posibilidad de acudir a TV3 a dar su versión sobre lo sucedido. "Ante la gravedad de las acusaciones vertidas por la consellera, la AEB se ha dirigido a TV3 para replicar y le fue negada esta posibilidad. Una muestra más del sectarismo de los medios públicos de comunicación en Cataluña", concluye la asociación.
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