A tan sólo una semana de que tenga lugar los comicios del 27S y con unos sondeos del CIS que prevén que la candidatura de Junts Pel Sí, integrada por Convergencia, ERC y otras entidades a favor de la independencia, sería la fuerza más votada - por escaños, pero no por votos -, logrando el control parlamentario con los diputados de la CUP, las asociaciones y los círculos más influyentes han decidido poner todos los medios para buscar una salida dialogada en Cataluña. En esta recta final de campaña, todos miran con lupa las intenciones de Mas y hasta la gran banca española ha salido en bloque contra su deseo secesionista, abogando por la unidad del país y los problemas que supondría que Cataluña se independizara de España.
Desde la entidad la Tercera Vía, una asociación plural, apartidista y financiada a través de aportaciones de particulares, se ha fijado como meta que la realidad política y mediática refleje que la inmensa mayoría de la sociedad catalana no está de acuerdo con los extremos del independentismo, sino que lo que quieren es que se reconozca "un autogobierno justo de Cataluña dentro de una España democrática, plural y diversa". "El catalanismo en absoluto es propio de los secesionistas, nosotros pensamos que la lengua y la cultura están mejor protegidos en un Estado democrático que en un Estado independiente", afirma su presidente, Mario Romeo. Así, desde la asociación consideran que la mayoría de la ciudadanía catalana prefiere el diálogo que haga posible un acuerdo institucional y político entre el Gobierno de España y la Generalidad de Cataluña.
Por su parte, Catalans pel Seny, una entidad que agrupa a cuatrocientos profesionales y empresarios catalanes cercanos al ideario de Unió Democrática, se creó este verano para dar voz a los miles de ciudadanos que consideran que Cataluña debe volver a "recuperar la senda del sentido común, desde el diálogo y la estabilidad". Por ello, la asociación dirigida por Joan Corominas propugna "un diálogo dentro del marco de la legalidad" entre el Gobierno central y la Generalitat para llegar a acuerdos beneficiosos entre las dos partes.
Catalans pel Seny propugna "un diálogo dentro del marco de la legalidad" entre el Gobierno central y la Generalitat para llegar a acuerdos beneficiosos
Otra institución que surgió para dar respuesta al desafío separatista es Societat Civil Catalana. Rafael Arenas, vocal de la Junta Directiva de la sociedad y profesor de Derecho Internacional de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuenta que desde SCC se explica a los ciudadanos cuáles son "las ventajas, el sentido y la razón que tiene que Cataluña siga siendo parte de España", denunciando la situación para que los poderes políticos o instituciones tomen las medidas necesarias.
¿Cómo ha de ser ese diálogo?
Mucho se está hablando en los últimos días de una vía dialogada para desatascar la cuestión catalana ante las elecciones del 27 de septiembre, pero ¿quién sería el interlocutor o cómo se llevaría a cabo? Partiendo de la base de que esa conversación se tiene que dar en "el marco de la ley", cumpliendo los mecanismos legales, cada una de las asociaciones tiene su particular forma de plasmarla en la realidad política y social.
Catalans pel Seny considera que este se tiene que dar entre los políticos restableciendo los canales de comunicación entre el Gobierno del Estado y el autonómico, con una postura "constructiva": "Hoy el problema es de interlocutores que se han ido enrocando en sus respectivas posiciones y ello no genera diálogo sino que genera bloques enfrentados", asegura Joan Corominas.
Por contra, la Tercera Vía y Societat Civil Catalana coinciden en que este diálogo no es exclusivo de los políticos, sino que se tiene que dar también en el margen de la sociedad. "El diálogo ha de ser social, político e institucional. La sociedad civil debe tener también una voz y un protagonismo en este debate que se va a producir", asevera Romeo. "El diálogo lo tiene que llevar a cabo toda la sociedad, los partidos políticos tienen que negociar entre ellos, pero las asociaciones cívicas tienen que cuntribuir a ello", afirma Rafael Arenas.
"Una vía legal y acordada" para una consulta
Esta semana organizaciones económicas han tomado partido en este debate ante las elecciones catalanas, dando su particular visión al órdago independentista de Mas. De esta forma, el Círculo de Economía ha defendido que si los partidos pro independencia obtienen mayoría absoluta, el principio democrático de la Constitución obligaría a los poderes públicos a encontrar "una vía legal y acordada" que permitiese celebrar una consulta específica para conocer el sentir preciso de los ciudadanos respecto al encaje de Cataluña en España: "Cualquier cambio estructural -y la independencia sería su máxima expresión- requiere una mayoría cualificada que en ningún caso puede desprenderse de unas elecciones como éstas (las autonómicas), sino de la legitimidad de una consulta legal, acordada y bien informada".
La Tercera Vía y SCC coinciden que el diálogo no ha de ser exclusivo de los políticos, sino que se tiene que dar también en la sociedad
Sin embargo, el grupo presidido por Antón Costas matiza que si esa mayoría la ganan las fuerzas que no defienden el secesionismo "no podrá interpretarse en el sentido de que la sociedad catalana es partidaria de que no hace falta cambiar nada". De esta forma, el lobby considera que en Cataluña "existe un deseo ampliamente mayoritario de mejora del autogobierno, de cambio de modelo de financiación y de reconocimiento político de su personalidad" y ve posible un reconocimiento de este hecho en el ordenamiento legal y constitucional.
Desde la asociación liderada por Josep Ramón Bosch se considera que aunque las fuerzas independentistas ganasen las elecciones del 27S no sería "condición suficiente" para celebrar una consulta ya que quienes tienen que decidirlo son los partidos políticos y las instituciones, dentro del marco de la ley: "Nosotros siempre hemos defendido que la consulta no sea necesaria porque la mayoría de los ciudadanos catalanes asume que la posición natural de Cataluña es estar en España", dice Arenas.
Reforma de la Constitución para resolver el conflicto
Otro de los puntos álgidos del debate es una posible reforma de la Constitución española como vía para resolver el conflicto en Cataluña. La asociación dirigida por Joan Corominas se muestra completamente de acuerdo con este planteamiento porque consideran que no es tan difícil si hay entendimiento por ambas partes, buscando la unión global mediante "el pacto y el diálogo".
Asimismo, Tercera Vía es partidario de cambiar las leyes siempre después de un diálogo y un diagnóstico de lo que ha funcionado mal en el pasado. "Si hay que cambiar la Constitución se hace entre todos, hay que hacer un esfuerzo para encontrar todos un punto de encuentro en el que todos nos encontremos a gusto", afirma Romeo. Por último, Rafael Arenas, que defiende "un diálogo con respeto absoluto a la ley", reconoce que "estamos en un sistema en el que se puede cambiar la ley o el Estatuto de autonomía o la Constitución pero dentro de los mecanismos legales".
A sólo una semana de que se celebren las elecciones en Cataluña e independientemente del resultado electoral, lo que parece claro es que la vía pasa por un diálogo entre el Gobierno, las fuerzas políticas y el nuevo Govern que salga de las urnas, con voluntad para ello, sin dejar de lado a la sociedad. El Ejecutivo de Mariano Rajoy será el encargado de llevar a cabo esta difícil tarea dentro de la legalidad y manteniendo la unidad por España.
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