La sanidad vuelve a ser el arma arrojadiza de la arena política. Sumida en el olvido desde que la covid dejó de ser noticia, ahora vuelve a los titulares de los principales medios con motivo de su uso político. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, aseveró que la sanidad es "un debate político e ideológico", y que mientras el PP desmantela el sistema sanitario, el PSOE lo refuerza. Además, indicó que Madrid es la región que más recursos destina a la sanidad privada, una afirmación que es falsa según los datos del propio Ministerio de Sanidad. Cataluña, gobernada por Esquerra Republicana con el beneplácito del PSC de Salvador Illa, y Baleares, donde gobierna el PSOE, son las regiones que más gastan per cápita en conciertos con la sanidad privada.
Los datos de la Estadística de Gasto Sanitario Público, recogidos en el último informe de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), son claros al respecto. El gasto por habitante en conciertos sanitarios público-privados en la Comunidad de Madrid es de 133 euros, menos que Cataluña y Baleares. El PSOE, que gobierna en Baleares con Unidas Podemos y Més per Mallorca, dedica en esta región 150 euros por habitante a convenios con la privada. Esquerra Republicana (ERC) destina en Cataluña 423 euros per cápita a este fin, cuatro veces más que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
Entre 2019 y 2020, último año con datos disponibles, el gasto de Madrid en estos conciertos ha caído un 6,4%, la comunidad en la que más ha disminuido junto a La Rioja (-6,7%). En el lado contrario, Cataluña es la región que más aumentó la inversión en conciertos con la sanidad privada, un 13,6%.
El falso discurso de la privatización
El fantasma de la privatización de la sanidad es recurrente en la palestra política española. Pero lo cierto es que es un discurso que se aleja mucho de la realidad. Ningún partido político está en contra de la sanidad pública, y los grupos hospitalarios privados no tienen interés en que se privatice todo el sistema. Es algo que ha expresado en numerosas ocasiones el presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Juan Abarca Cidón.
La sanidad privada es un recurso al que todas las comunidades autónomas recurren cuando el sistema público no da más de sí. El caso paradigmático es la Comunidad Valenciana. El presidente socialista Ximo Puig, que revirtió el modelo Alzira (hospital que gestionaba Ribera Salud con un convenio), ha elevado el gasto presupuestario en conciertos con la privada de los 15 millones de euros a los 22 millones. Su promesa: que todos los valencianos que tengan que esperar más de 60 días para su operación puedan elegir entre la sanidad pública o la privada.
Planes de choque similares contra las listas de espera se han anunciado en Cataluña y Baleares, precisamente.
¿Es Madrid la peor sanidad?
Otra de las afirmaciones que se pudieron escuchar este martes en el Congreso es que la sanidad de Madrid es en la que peor estado se encuentra "como vimos en la manifestación de este domingo". Así lo afirma Aina Vidal, portavoz de En Comú Podem. Sin embargo, los datos de lista de espera quirúrgica a nivel nacional no dicen lo mismo. El tiempo medio de espera para la consulta con un especialista en Madrid es de 51 días, según los datos del Ministerio de Sanidad. Es la cifra más baja de toda España.
Andalucía es la que más, con 107 días de espera de media. En Canarias, presidida por el PSOE, hay que esperar 101 días para la consulta, y en Aragón, con Javier Lambán al frente, 95 días. En cuanto a la lista de espera para someterse a una operación quirúrgica, en Madrid son 67 días, mientras que en Canarias son 107 días y en Aragón 120 días. No parece, como afirmaba Patxi López, que la sanidad sea una cuestión de ideológica.
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