España

El veto a los presupuestos de la Generalitat provoca una fuerte división en el Gobierno

El recurso a los presupuestos de la Generalitat presentado por el PP catalán recibió reacciones encontradas en el Gobierno de Rajoy. Mientras Montoro calificaba la medida como "de corto recorrido", otros mimebros del Gobierno la calificaban de "excelente camino para plantarle cara a Mas".

Muy poco considerado se mostró este martes el ministerio de Cristóbal Montoro con la iniciativa de la dirigente del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, de presentar un recurso a los presupuestos de la Generalitat para conseguir un aplazamiento en su aprobación. Camacho llegó el lunes a Madrid con la idea de bloquear el desarrollo legislativo de las cuentas catalanas en base a que incluyen una partida de cinco millones de euros que podrían utilizarse para financiar el referéndum independentista.

La líder popular consultó con el ministro de Hacienda y finalmente optó por sacar adelante su proyecto, ya que en su opinión "tanto los Presupuestos como la ley de Acompañamiento, que incluye nuevas tasas a la población", pueden ir contra los dictados de la Constitución y del propuio Estatut.

La reacción entre algunos miembros del Gobierno de Mariano Rajoy fue muy positiva, ya que, según manifestaron en conversaciones informales durante la copa de Navidad ofrecida a los medios en la Moncloa, este es el camino para mostrarle a Artur Mas que no pueden utilizarse los medios públicos y los presupuestos oficiales para llevar a cabo una iniciativa ilegal, como es la consulta secesionista.

Los elogios por parte de algún miembro del gabinete hacia Sánchez Camacho quisieron evidenciar el respaldo tanto a su idea de paralizar la acción de Artur Mas, como a su propia figura, muy cuestionada en el seno de su propia formación. Hace unas semanas Camacho propuso un proyecto de reforma de la financiación autonómica que incluía algunas presuntas deferencias en favor de Cataluña que provocó una oleada de protestas y rechazos entre varios dirigentes regionales que entendieron tal medida como un disparate que iba en contra de la solidarid interregional.

Consulta y reacciones

Paralizada esa iniciativa, Sánchez Camacho pasó a un segundo plano hasta que se produjo el anuncio oficial de la pregunta y la fecha del plebiscito por parte ddel bloque soberanista de Cataluña, con CiU y ERC a la cabeza. La líder del PP catalán trajo a Madrid su idea de presentar un recurso contra los presupuestos de la Generalitat, la consultó con Hacienda y tiró adelante con ella. La reacción en el bloque de Gobierno de Cataluña fue muy negativa. Francesc Homs, el consejero de Presidencia mostró su desconcierto ante tal paso, que bloqueará durante unas semanas esta ley fundamental para la buena marcha de la acción de gobierno en Cataluña.

El PSC también se negó a sumarse a la impugnación por considerar que evidencia "la poca volutnad que tiene el PP en solucionar el problema político de Cataluña". Sin embargo, esta vez sí, algunos dirigentes autonómicos populares aplaudieron a su homóloga catalana y respaldaron su astucia y su valentía a la hora de tomar esta medida. También recibió el aplauso y el apoyo de Ciutadans, que considera los presupuestos "antisociales y fiscalmente abusivos como nunca hasta ahora en Cataluña".

Escaso entusiasmo

Lo más sorprendente fue la reacción del departamento de Hacienda, precisamente donde la líder catalana había presentado su moción y se supone que había recibido todos los parabienes. "Si no obstaculiza el cumplimiento del déficit tiramos para adelante", había declarado Camacho. Un portavoz de este departamento se mostró poco entusiasmado con la impugnación, y, según Europa Press, consideró que "tiene muy poco recorrido" ya que el recurso se ha de presentar ante el Consejo de Garantías Estatutarias y como mucho demoraría su tramitación un mes. Hacienda declaró que lo único que le compete es comprobar que las cuentas de la Generalitat están bien hechas y que se cumple con el déficit y recomendó a Sánchez Camacho que se dedique a "hacer política". Que es precisamente lo que ha hecho.

El propio ministro se quiso desvicular visiblemente del PP catalán y limitó el papel de su departamento al exclusivo análisis del cumplimiento del déficit. "Quiero aprovechar para clarificar que desde el Gobierno de España no tenemos nada que decir a este respecto". Fuentes internas del departamento sugieren que Montoro prefiere quedarse al margen de todo regate de perfil político para no enturbiar sus negociaciones fiscales y presupuestarias con la Generalitat.

Tal actitud por parte del ministerio de Montoro no ha dejado de soprender entre esos miembros del Gobierno que han alabado el recurso como un ingenioso y eficaz instrumento para poner freno a Artur Mas unas horas después, tan sólo de que el presidente de la Generalitat anunciara en su comparencencia en TV3 que "como persona" él votará "sí" en el plebiscito. Una declaración incompatible, según estas fuentes, con lo que ha de representar el presidente de una comunidad autónoma, al fin y al cabo, representante del Estado en ese territorio.

"Aunque el retraso sea de unas semanas, bienvenidas sean. Hay que demostrarle a Mas que no puede hacer lo que se le antoje con el dinero público. Y, en especial, cuando lo que pretende es saltarse las leyes", comentaron fuentes gubernamentales.

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