Rajoy arengó a su tropa parlamentaria para afrontar las dos citas electorales que se vienen encima. Los sondeos son moderadamente adversos tanto para las catalanas como para las generales, aunque en los últimos barómetros el repunte del PP empieza a ofrecer rasgos para un relativo optimismo.
El presidente de Gobierno se ha transformado, se ha convertido en un líder activo, que impulsa a sus equipos y lanza mensajes de ánimo en momentos difíciles. Sin épica pero con entusiasmo. Así ocurrió este lunes. Había cierto ambiente de preocupación entre los parlamentarios 'populares' tras la demostración de músculo de la Diada y, sobre todo, con la descontrolada dureza que muestra el presidente de la Generalitat. La concurrencia de manifestantes fue menor que en otras ediciones, pero la imagen de la Meridiana era poderosa.
"Tenemos mecanismos suficientes" para evitar que fracture España, comentó el presidente a puerta cerrada a sus diputados y senadores
Rajoy habló casi tres cuartos de hora a sus parlamentarios para transmitirles confianza y reclamarles esfuerzo y entrega. "Tenemos mecanismos suficientes" para evitar que fracture España, comentó el presidente a puerta cerrada a sus diputados y senadores. Y acto seguido, trascendió que el Constitucional suspendía cautelarmente la ley de la Agencia Tributaria catalana tras un recurso del Ejecutivo. Seis meses de suspenso, si el TC así lo decide. Una severa señal a los separatistas que denunciaron "la asfixia" de que son objeto por parte del Estado. Al tiempo, la Fiscalía Superior de Cataluña pidió que algunos altos cargos del Govern catalán declarasen por el plebiscito apócrifo del 9-N, un asunto que languidece en el TSJC. La Justicia se mueve, lenta, pausadamente. Pero se mueve. ¿Son los 'mecanismos' de Rajoy? Por ahí se anda, comentaban las fuentes.
Quiso Rajoy liderar esta sesión de sus parlamentarios, que habitualmente lidera la vicepresidenta Sáenz de Santamaría. Cinco ministros estaban presentes. Alguno de los reunidos comentó a la salida que entre los dirigentes del PP hay menos confianza ante la cita catalana que ante las generales.
El tiempo perdido
Los nacionalistas están crecidos tras la romería de la Meridiana. Es fundamental una movilización similar antes las urnas de quienes defienden la Constitución. Algo que no parece que vaya a ocurrir, según todos los estudios. Tanto Rivera como Albiol se desgañitan estos días en el empeño de llegar a la conciencia de aquellos que habitualmente no van a votar en las autonómicas. Pero hay serias dudas sobre la respuesta. Con un 75 por ciento de participación electoral podría soñarse con una derrota de los secesionistas. En Barcelona, por ejemplo, el último barómetro del CIS arrojaba un dato esperanzador: los soberanistas no lograrían la mayoría absoluta ni en votos ni en número de escaños. Barcelona resiste. Piensan en el Génova que "a Mas se le ha ido esto de las manos", como decía Duran Lleida.
Con un 75 por ciento de participación electoral podría soñarse con una derrota de los secesionistas
El PP ha perdido mucho terreno en los últimos tiempos en Cataluña y resulta complicado recuperarlo. Los esfuerzos de García Albiol empiezan a dar sus frutos, aún algo raquíticos. Se ha perdido demasiado tiempo y Ciudadanos no afloja. El PP confía en arañarle votos al PSC en el conurbano barcelonés, aunque el partido de Rivera está en la misma estrategia.
Las disculpas de Margallo
Alguno de los diputados presentes en la sesión comentaron en privado las meteduras de pata de Margallo y de Morenés de la semana pasada. Justo en el arranque de la campaña electoral. El titular de Exteriores plegó el lunes velas sin inclinar la cerviz. En su estilo. "Roma locuta, causa finita", respondió Margallo a preguntas de periodistas. No incurrió en mayor acto de constricción, al menos hasta la próxima. Ahora viaja con los reyes a Washington donde cabe pensar que mostrará mayor prudencia en sus declaraciones. El ministro de Defensa, por su parte, no considera tampoco que dijera algo fuera de lugar, aunque en Moncloa lamentan lo inoportuno de su expresión. Morenés es un político antipático y, "si estás al frente de Defensa, tienes que andar con pies de plomo", apuntaban esas fuentes.
Rajoy recordó a su gente que hay que seguir trabajando hasta las generales, que el Gobierno tiene que funcionar a tope. En Cataluña ni hay un Gobierno ni hay gestión. "Aquí no estamos en tiempo de descuento", señaló el presidente, quien recordó a los suyos que hay que trabajar hasta el último día, tanto en Cataluña como en el resto de España. Y hay que explicarlo. El 'puente aéreo' del PP y de la Moncloa entre Madrid y Barcelona va a funcionar con fruición en esta campaña. Pedro Sánchez, líder del PSOE, ha prolongado su actividad en Cataluña. Rajoy aún estará presente cuatro o cinco veces. Y más ministros, en especial los que no producen rechazo. La vicepresidenta y Ana Pastor son las más reclamadas. Tejerina no molesta y a Montoro y Margallo prefieren no verlos por la zona.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación