La reciente victoria del partido separatista quebequés en las elecciones de Québec, sirven de excusa al editor de la sección de Internacional del ‘Financial Times’ para sumarse al debate sobre el pacto fiscal en Cataluña. Este antiguo corresponsal en España se posiciona a favor de la reclamación de Cataluña, asegurando que el Gobierno debe plantearse seriamente este tema si no quiere que se independicen.
“Superado por la falta de crecimiento económico y de generación de empleo, España parece avanzar sonámbulo hacia una crisis constitucional sin precedentes que podría llevar a la ruptura de España”, explica David Gardner.
El periódico se hace eco de la próxima celebración de la Diada catalana –en un momento en que por primera vez más de la mitad de la población aprueba la independencia- y de los comicios del 21 de octubre en el País Vasco –destacando que por primera vez podrán votar a Bildu-. Gardner llega a afirma que “el separatismo se ha generalizado en estos territorios en un Estado sacudido desde sus cimientos”.
“La descentralización ha sido la piedra angular de la democracia en España”, explica el artículo a sus lectores anglosajones, incidiendo en la necesidad de “restaurar” la idiosincrasia de dos pueblos –el catalán y el vasco- muy castigados en la época de Franco. “Sin embargo, la derecha nacionalista sigue considerando este tema como un tabú, y el Gobierno de Mariano Rajoy pretende utilizar la crisis económica para, además de reducir el tamaño del Estado, recentralizar sus competencias”.
El artículo explica el concierto económico del País Vasco y Navarra, el “último reducto del feudalismo español” y destaca como su capacidad para cobrar sus propios impuestos ha conseguido que el déficit de estas regiones sea “muy manejable” y la inversión en educación e I+D+I sea de “alta calidad”. “Eso es lo que el gobierno catalán quiere ahora”, declara.
“Transfiere al Estado español hasta diez veces más de impuestos per cápita que el País Vasco. Si tuviera el mismo régimen fiscal que los vascos, tendría sus mismas finanzas, sin tener que recurrir a Madrid para suplicar una ayuda económica, que en efecto, está configurada por su propio dinero”.
Los nacionalistas catalanes se encuentran en un punto de no retorno, según Gardner. “Por una parte, el gobierno de Rajoy se opone ideológicamente a cualquier extensión del federalismo fiscal. Además, el Estado no puede prescindir de la aportación española si quiere seguir manteniendo las pensiones de una población cada vez más envejecida. Y, por si fuera poco, las condiciones asociadas a la ayuda de Madrid implica una pérdida importante de autonomía”.
Todas estas preocupaciones se materializarán en la Diada de este año, que parece que van a ser más masivas y separatistas que nunca. Y es que, según cree el autor, “la intransigencia de Rajoy es un aliado inestimable para su causa”.
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