El Partido Popular se ha movilizado en Europa con el fin de detener una iniciativa que habría tratado la cuestión de una Cataluña segregada del Estado y fuera de la UE.
Sita en Estrasburgo, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa es un órgano consultivo compuesto por diputados de las cámaras nacionales que emite recomendaciones normalmente relativas a derechos humanos. Tales pronunciamientos revisten bastante importancia, ya que el Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo de jefes de Estado y de Gobierno suelen estudiarlos e, incluso, toman medidas al respecto si lo consideran oportuno. Pues bien, un grupo de treinta diputados de diversos parlamentos nacionales liderados por el socialdemócrata danés Jacob Lund remitió a este órgano una solicitud para que se debatiese “la situación de las naciones sin Estado en Europa”.
En el texto de la consulta incluso se solicitaba a la institución europea que examinase el derecho de autodeterminación de Cataluña y los intentos de impedir que los pueblos ejerzan ese derecho. O sea, los independentistas otra vez habían conseguido deslizar su 'monotema' en un foro internacional.
De hecho, el mismo congresista Jacob Lund ya se encargó de impulsar en el Parlamento de Dinamarca una declaración que instaba al Gobierno de España y a la Generalidad de Cataluña a dialogar sobre el proceso independentista.
El Consejo de Europa emite recomendaciones que las instituciones comunitarias suelen tomarse bastante en serio. De ahí que el PP se movilizase para bloquear la consulta sobre Cataluña
No obstante, la jugada ha tenido los pies muy cortos. Miembros del Partido Popular encabezados por el diputado José María Beneyto han logrado que el Comité de Presidentes de Grupos Políticos del organismo desestime este asunto. En un nuevo portazo al secesionismo catalanista, el tema simplemente no se tratará.
Los nacionalistas catalanes siempre se agarran al argumento de que Europa nunca les dejaría fuera de la Unión. El propio Artur Mas se apresuró a tachar de “interesados” los comentarios vertidos por Merkel y Cameron cerrando el paso a una Cataluña independiente dentro de la UE. “Si una parte de un Estado declara la escisión de ese Estado, ya no forma parte de la UE y tiene que empezar a hacer cola detrás de otros países candidatos que solicitan su entrada en la UE”, explicó el premier británico.
A pesar de que los nacionalistas insisten en que no hay ningún artículo que diga que Cataluña saldría de la Unión Europea, la Comisión se ha manifestado en varias ocasiones sobre este punto. A una pregunta de una eurodiputada galesa en 2004, el Ejecutivo comunitario de Romano Prodi respondió: “Cuando una parte del territorio de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado, por ejemplo porque se convierte en un Estado independiente, los tratados dejarán de aplicarse a ese Estado. En otras palabras, una nueva región independiente, por el hecho de su independencia, se convertirá en un tercer Estado en relación a la Unión y, desde el día de su independencia, los tratados ya no serán de aplicación en su territorio".
Y en ese mismo sentido se han expresado desde Barroso a Van Rompuy pasando por Martin Schulz o cualquier alto cargo europeo al que se le interpele sobre la cuestión. Así que no es de extrañar que el PP quiera seguir ahondando en esta línea de cara al 27S. Génova tiene preparado el desembarco durante la campaña catalana de una decena de representantes del Partido Popular Europeo que incidirán en este mensaje.