Barcelona y Tarragona se han convertido en la tumba de ERC este 12-M. De los 33 escaños que tenían en el Parlament, se han quedado sin 7 de la comarca donde se encuentra la capital condal, sin 2 en Tarragona, otra bajada de 2 sillas en Girona y 2 menos también en Lleida, retándoles 13 sillas en total con 178.446 votos totales menos respecto a 2021. Ahora bien, si se miran con lupa los resultados Tarragona es la región que suma más casuísticas que han acabado por apuntalar la balanza del varapalo republicano. Con el desgaste del gobierno en minoría durante dos años y la realidad de la sequía, que afectaba sobre todo al Área Metropolitana de Barcelona, el voto 'urbanita' ha castigado, como era de prever, a los republicanos con un total de 121.234 papeletas menos para ellos y una suma de 167.412 votos más para el PSC en la comarca barcelonesa con grandes victorias de los de Salvador Illa en urbes estratégicas como Hospitalet, Sant Boi o Santa Coloma de Gramanet.
Era algo que cabía prever. Sin embargo, Tarragona fue la región donde ERC obtuvo más votos en las pasadas elecciones en el Parlament y resaltó como bastión republicano 'amarillo' frente a la sempiterna Girona y Lleida posconvergentes y donde están arraigando fuerzas rurales independentistas como Aliança Catalana. En 2021 ERC consiguió cinco escaños en Tarragona con 68.095 votos, imponiéndose en el pulso al PSC que se quedó con 55.755 votos y Junts en tercer lugar con 53.917. La distancia que les separaba con ambos partidos es proporcional al número apoyos perdidos estas elecciones: un retroceso total de 17.327 papeletas respecto a las 24.455 'extras' depositadas al PSC y 13.205 a Junts en el 12-M. Ahora bien, ¿dónde están los municipios que han acabado por decantar el 'sorpasso' socialista a los republicanos? el mapa 'rojo' actual es claro en comparación a los resultados de 2021. En la Costa Dorada y en el sur de Cataluña, las tierras del Ebro.
Deficiencia municipal en Torredembarra y Altafulla
En la primera zona, si bien es claro monopolio socialista con la extensión de la zona turística de Salou y la región industrial petroquímica del Camp de Tarragona, contaba con focos de 'resistencia' republicana que han acabado por teñirse de rojo. La costa de Tarragona fue prácticamente del PSC desde Cunit hasta Mont Roig del Camp en las elecciones de 2021, a excepción de la zona de Torredembarra y Altafulla y Mont Roig del Camp, donde ganó ERC. Municipios donde este 12 de mayo también han arrasado los socialistas. Se trata de poblaciones de entre 1.000 y 15.000 habitantes pero que han vivido un desgaste municipal que ha reflejado el hastío generalizado contra la gestión del Govern. El caso de Altafulla es claro. ERC pactó un acuerdo con Junts para hacerse con la alcaldía y los republicanos Jordi Molinera y Alba Muntadas llegaron a coliderar por moción de censura la ciudad en 2023.
Molinera se ha enemistado con la opinión pública local, con una gestión que han puesto en tela de juicio los oriundos por haber generado una 'caza de brujas'. Le señalan por poner denuncias falsas a vecinos e inventarse el cargo de la coalcaldía por un suculento sueldo. En Torredembarra el alcalde de ERC Eduard Rovira también fue elegido tras las municipales con el apoyo del PSC y Junts, si bien ha sido muy criticada su gestión migratoria por los problemas de inseguridad de la ciudad y ha sido denunciado por un regidor de Vox por el supuesto cobro de 6.500 euros de forma irregular.
El pactismo de ERC con Junts y el PSC en estos municipios y el desgaste de los mandatos después de las municipales ha hecho estragos a los republicanos en la autonómicas, que ahora buscan volver a fortalecerse en el ámbito municipal tras las elecciones. Volver a "escuchar a la calle", precisamente es lo que expresó Oriol Junqueras cuando anunció que dejaba la presidencia temporalmente después de las elecciones europeas. En Tarragona, la desafección de la militancia se ha hecho patente en pos de una "política útil" que abandera el PSC. A ello se le suma la casuística de que todos los partidos que votaron en contra del macroproyecto del Hard Rock, por el cual los presupuestos cayeron con el voto en contra de los comunes, han salido perjudicados especialmente en Tarragona, donde se va a implantar. El carpetazo del macrocomplejo por parte de ERC, CUP y los comunes no ha sido bien visto por los residentes a quienes más les afecta, especialmente a la zona de la Costa Daurada.
ERC pierde las Tierras del Ebro
Por último se suma el batacazo de las Tierras del Ebro en el sur de Tarragona, una zona histórica para las bases republicanas con cuatro federaciones comarcales. Todo el sur votó a ERC en masa en 2021, dede las poblaciones de Senia, Ulldecona, Alcanar y Sant Jaume d'Enveja, pegado al Delta del Ebro. Una zona, de hecho, muy sensible a la principal preocupación de los catalanes en el último tiempo: la sequía. Se trata de poblaciones donde el PSC había sido, de hecho, tercera fuerza hace cuatro años y ahora han sobrepasado a los republicanos en casi un 20% como el caso de la última población, situándose en primera posición. Junts también ha dado un buen golpe en la zona, arrasando en la Ràpita, la Rasquera o el Perelló.
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