El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha rehabilitado públicamente al 'expresident' de la Generalitat, Carles Puigdemont, reuniéndose hoy con él en Waterloo, donde permanece fugado desde el golpe contra el orden constitucional de 2017 —y por el que aún no ha podido beneficiarse de la amnistía acordada con Pedro Sánchez—. El motivo del viaje reside en que Álvarez deseaba granjearse el respaldo de Junts a la reducción de jornada laboral de 37,5 horas, tras mostrarse convencido de que ello facilitará que la patronal se sume al acuerdo —pese a que ésta haya manifestado su rechazo a hacerlo—. Tras el encuentro, que ha durado hora y media y que tiene lugar después de 9 años sin verse, Álvarez ve posible avances en el futuro sobre la reducción de jornada pero ha admitido que "queda mucho por hacer".
En los últimos días, Álvarez ha justificado el controvertido encuentro recordando que Foment del Treball se citó con el líder de Junts y "nadie se rasgó las vestiduras". En este sentido, ha criticado la doblez de los poderes económicos que "por la manaña visitan al señor Puigdemont y por la tarde "se cagan en Junts". "Yo soy una persona seria y nosotros queremos establecer relaciones serias con Junts, que es un partido plenamente democrático y es un partido con el que vamos a tener relaciones que son necesarias para defender los intereses de las personas que nosotros representamos", alegó. En el encuentro, en el que también participa Camil Ros, Álvarez no ha descartado que puedan abordar la cuestión de los Presupuestos Generales del Estado.
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