Horas decisivas para la Assamblea Nacional Catalana (ANC) de Dolors Feliu. Los socios votarán hasta el 14 de marzo si impulsan la lista cívica independentista para las próximas elecciones al parlament, que tendrán lugar en 2025 si no hay adelanto electoral, que Aragonés no prevé. Si los votos mayoritarios son favorables, se abrirá un proceso de elección de las candidatos pero si el resultado es negativo el organismo quedará en entredicho. Puesto que desde enero había mucha discrepancia interna para que la ANC diera este paso. Personajes como Lluís Llach o exvicepresidentes de la ANC como Jordi Pesarrodona o Josep Cruanyes habían firmado un manifiesto atacando a la cúpula organizativa de violar los estatutos fundacionales de la ANC por falta de ética y neutralidad.
Sin embargo Feliu ha puesto toda la maquinaria en marcha y en las últimas semanas el equipo del organismo ha hecho una gira por toda Cataluña exponiendo los motivos a favor de concurrir en las elecciones catalanas. La pregunta que se votará será: "¿Estás de acuerdo con que la Assamblea impulse la lista cívica para la independencia en las próximas elecciones al Parlament de Cataluña, para hacer efectiva la independencia?". Feliu ha argumentado que se tratará de un proceso totalmente neutral y que el objetivo es que si se obtiene representación parlamentaria promoverán un pacto político para que se ratifique la Declaración Unilateral de la Independencia (DUI).
En el pistoletazo de salida de la votación, que tuvo lugar este viernes en el Ateneu Barcelonès, la presidenta de la Assamblea ha asegurado que gracias a la lista se ha reactivado el "debate sobre la independencia". Por su parte, el coordinador de la Comisión de Estrategia y Discurso, Uriel Bertran, ha defendido la iniciativa definiéndola como una propuesta clara y transparente que busca crear "un efecto bola de nieve que sacuda el tablero político".
Sin embargo, la tensión que ha generado el debate interno de esta consulta ha rasgado las costuras de la ANC, una plataforma muy activa junto con Ómnium durante todo el 'procés' y vinculada al Consell per a la Republica. Esta fractura volvió a salir a la luz con la dimisión esta semana de la tesorera de la organización independentista, Ada Ferrer, donde defendía la transversalidad de la entidad y ha mostrado su rechazo a la lista cívica. Como todos las voces disidentes, Ferrer no estaba de acuerdo en llevar la batalla secesionista a la cámara catalana ni tampoco en destinar recursos financieros a financiarla sin que antes los socios lo hayan validado. Según informa el ARA, se habrían destinado 15.000 euros en la creación de la página web del proceso participativo y ella no estaría de acuerdo.
La delegación de Lleida pide retirar la iniciativa o votar en contra
Según ha podido saber Vozpópuli, la delegación de ANC en Lleida está notablemente molesta por la huida hacia delante de la cúpula de Feliu. Enviaron cinco correos pidiendo a la secretaria que se abriera un debate plural para escuchar los argumentos de los diferentes posicionamientos sobre la lista cívica. Denuncian que no han incentivado los debates y que tampoco han respondido a sus correos, una actitud que "rompe" la esencia de la ANC según la Declaración Fundacional que la sostiene. Se salta la base democrática, afirman, y no actúa con transparencia porque "no favorece la participación interna". Critican también que la lista cívica vulnera varios artículos de los estatutos en los que se recoge que la ANC se mantendrá "totalmente independiente de cualquier partido político, coalición electoral o grupo de electores y no se presentará en ningún tipo de elecciones".
Ante el impulso sin obstáculos y el despliegue de la iniciativa en las delegaciones, Lleida ha denunciado que no quieren perder la "transversalidad" que definió a la ANC desde 2012 a 2017 ni mucho menos depender de la casuística de un "Parlament sometido a la dinámica parlamentaria española". "No queremos perder, no poner en riesgo, la capacidad movilizadora de la sociedad civil, que actualmente pensamos que tendrá que liderar la Assamblea". Acuerdan, directamente, solicitar al Comité Permanante y a la secretaria que retire la propuesta y, si no se retira, invitar a los participantes a votar 'no' en la consulta.
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