El mapa no está en rojo. Es la señal de alarma entre los independentistas de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), convocante de la concentración del 11-S de este año. La intención es dibujar una estrella de cinco puntas y una larga estela, simulando la bandera independentista.
Ninguno de los 25 tramos está dibujado aún en rojo en el mapa de seguimiento que realiza la plataforma convocante dirigida por Elisenda Paluzie. Ninguno de ellos roza el "casi lleno" o completo. Tan solo en ocho de ellos se registra una "alta" concentración de personas, mientras que en once la participación es "media". En seis, apenas hay inscritos con un grado de "poca" o "baja".
La ANC ya había advertido en un primer momento de la caída de inscritos respecto a la diada del pasado año. Tan solo registraba 37.500 personas, un desplome del 25%. "Los asistentes no ven la necesidad de inscribirse pese a tener la intención de acudir", justificaba. La plataforma usó titulares los agoreros titulares de prensa para lanzar un llamamiento poco después. "Se hunde el número de inscritos en la Diada", "la ANC pincha", "desmotivación indepe", "la cifra de inscritos más baja de los últimos seis años"... "¿Lo permitirás? Depende sólo de nosotros lograr revertir esta situación", reflexionaba en la propaganda utilizada en redes sociales.
Duplica los inscritos tras el mensaje pesimista
Pocos días después, la ANC aseguraba que los inscritos alcanzaban los 75.000, pero no eran suficientes. "Hemos de ser muchos más para asegurar que esta Diada sea un éxito". Hasta ahora, se han fletado cerca de 470 autobuses, tan solo una veintena más de los anunciados hace unas semanas, unas 29.000 personas, una situación similar a la del pasado año.
Para la ANC, el objetivo de la independencia solo se conseguirá desde la "unidad estratégica", una quimera en estos momentos debido a las diferencias entre ERC y JxCat sobre la respuesta a dar a la cercana sentencia del Supremo, que se espera entre este mes de septiembre y octubre.
La ANC trata de convencer a los suyos de que no se trata de un acto más, al tiempo que ha sido la propia plataforma quien ha rechazado dar un lugar preferente o VIP a los políticos debido a los pactos con el PSC tras las últimas elecciones municipales.
Pese a ello, ha asegurado que "las dificultades se pueden superar", pero admite que "no encontramos la solución". "No es una manifestación más. Quizás es la más difícil que hemos hecho hasta ahora. La sociedad civil debe marcar el rumbo. Nos jugamos que los partidos cumplan con su compromiso. Hace falta una estrategia unitaria", continúa con su mensaje.
Fuentes de ERC han asegurado a este medio que destacados políticos de la formación acudirán a la diada, pero están estudiando la ubicación en el mapa. La ANC ha insistido en no ceder espacio y solo ha invitado a los espacios más cotizados a personas destacadas de distintos ámbitos culturales.
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