El presidente de la Generalitat, Pere Aragones, ha vendido esta mañana en los desayunos de Europa Press su plan de financiación singular para que Cataluña recaude y gestione el 100% de los tributos para alcanzar la "soberanía fiscal" y se quede fuera del régimen común autonómico. Aragonés ha acudido a la capital a defender su planteamiento, recalcando que es un paso más para la resolución del conflicto, que también pasa por un referéndum como ha especificado, y que pasará por una relación bilateral con el Estado hacia un modelo de financiación que "ya existe en el ámbito nacional con el cupo vasco y navarro". Se trata de una propuesta que espera que sea apoyada por el PSC, Salvador Illa, tal y como ha declarado este miércoles y que ERC incluye en el marco de negociación con Pedro Sánchez por los pactos de investidura, con quien ya pactó el 20% de la condonación de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica.
Aragonés ha defendido un cambio total de un modelo más "justo" con la capacidad económica catalana para atajar el déficit fiscal de 22.000 millones, según cifran. Ha atacado el modelo productivo de la Comunidad de Madrid de la presidenta del PP Isabel Díaz Ayuso y ha declarado que es la "España de Aznar, la que hace del dumping fiscal un orgullo y la de la casta extractiva". Una gestión económica que refuerza la "idea centralista que agudiza déficit fiscal" y que "va de camino a replicar los errores de la crisis del 2008". En contraposición a ese modelo del "pelotazo", como ha expresado, ha puesto en valor la diversidad territorial y la economía catalana que, ha tildado, es la de las "fábricas". Ha contrapuesto el modelo de la Comunidad de Madrid y Cataluña hablando de "fuerzas antagónicas". Por un lugar, la Cataluña que quiere avanzar hacia el autogobierno y por otro la "concepción de una España cerrada y monocolor, incapaz de asumir la pluralidad como algo propio".
Bilateralidad para el modelo singular, no multilateralidad
En ese marco bilateral, la aportación de Cataluña al Estado, que supondría un recorte de 26.000 millones a las arcas, pasaría a acordarse "en un tu a tu" en el Fondo de Solidaridad Territorial y bajo un criterio: "que Cataluña, que actualmente es la tercera en recursos por habitante a la hora de aportar y la 14 en recibir, siga estando en las primeras posiciones a la hora de recibir". Una cuota de solidaridad que, ha dicho, sería "temporal" y "condicionada al cumplimiento de objetivos". Ha dicho que no podrá haber un acuerdo multilateral por la "crispación política" y "por una cuestión de principios", dejando fuera del debate del cupo a las demás CCAA. "No soy a decirles a los andaluces cuál es su modelo de financiación, no voy a aceptar que limiten el de Cataluña".
De esta forma, el planteamiento sigue siendo aumentar la capacidad adquisitiva y, como expresó ya este martes la consellera de Economia, recaudar un total de 52.000 millones al año al hacerse con el 100% de los impuestos gracias al cupo. Aragonés ha defendido que los recursos del Estado han crecido "un 90% desde 2012 mientras que la repercusión al régimen común ha sido del 40%", y que Cataluña requiere de esos recursos para converse en un Estado emprendedor y que el "esfuerzo fiscal" de los catalanes se vea reflejado en los servicios públicos.
Por ello, el candidato de ERC al 12-M exige reformular el marco financiero y pasar a recaudar y gestionar el IVA, el IRPF y el impuesto sobre sociedades o los impuestos especiales. A esto se añade una transferencia al Estado por los servicios que presta en la Comunidad Autónoma y un fondo de reequilibrio territorial. Actualmente, Cataluña forma parte del régimen común de financiación autonómica, por el que la administración central recauda la mayoría de los impuestos y transfiere luego una parte a las autonomías; el País Vasco y Navarra, por contra, se rigen por el régimen foral, de modo que recaudan la totalidad de los impuestos a cambio de un "cupo" que abonan luego al Estado.
Un "imposible" que es "posible" como la amnistía
El 'president', que gobierna en minoría desde octubre de 2022 y se ha visto abocado a adelantar las elecciones autonómicas al 12 de mayo después de que el Parlament le tumbara los presupuestos, se ha mostrado convencido de la posibilidad de esta reforma financiera tras todos los "imposibles" culminados. El de que el Estado, con el Gobierno de Pedro Sánchez, reconozca el conflicto de soberanía en Cataluña, en la constitución de la mesa de negociación para la 'agenda del reencuentro' (donde presionará para negociar este plan singular), el de los indultos, la derogación del delito de sedición y la amnistía. "Es una realidad, en términos de credibilidad lo hemos hecho posible", ha expresado Aragonés en Madrid, quien ha añadido que Cataluña no es "un accidente de la historia" y que la relación conflictiva entre el Estado y Cataluña lleva siendo crónico mucho tiempo.
Como ha alertado la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), este planteamiento supone "un golpe a los principios de igualdad entre los españoles y los territorios, a la capacidad económica y a la justicia fiscal establecidos en la Constitución". El recorte de la economía de Cataluña, que actualmente supone un 20% del PIB, supondría un golpe a las arcas sin precedentes al suponer una cuarta parte de sistema de financiación general, no como el PIB vasco o navarro. Aragonés ha insistido en este punto que es posible llegar a acuerdo para que Cataluña haga una contribución por los servicios prestados, aterrizando lo que valen estos servicios y pactando también una cuota de aportación a la cohesión territorial.
Referéndum: "Dios no fijó la unidad de España"
Aragonés se ha mostrado convencido de que conseguirá una mayoría que le permita revalidar una legislatura con más fuerza, a pesar de los pronósticos que ponen al PSC a la cabeza en las encuestas, y ha puesto un cordón sanitario al partido 'ultracatalanista' Aliança Catalana, donde milita su primo pequeño, en vistas a su entrada en el Parlament. Ha expresado que la mayoría de catalanes no son xenófobos y eso es lo que van a contraatacar.
En cuanto al referéndum, el siguiente paso tras el pacto fiscal, ha dicho que es una condición para resolver el conflicto, tal y como ha sucedido en Reino Unido y en Quebec. El 'president' ha especificado que se deben pactar las condiciones con todas las garantías para que si gana el 'no' sea legítimo con todas las consecuencias igual que si gana el 'sí'. Aragonés ha hecho referencia a la soberanía popular del pueblo catalán a pesar de que la Carta Magna solo habla de la soberanía del pueblo español, y ha expresado que las "leyes son una convención entre personas en una sociedad que deben poderse cambiar". "Dios no fijó como un mandamiento la unidad de España, no nos quedaremos por imposición", ha expresado.
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