Relevo de legislatura en Cataluña, si bien el expresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, queda bien cubierto. El dirigente republicano, cuyo puesto al frente del Ejecutivo catalán ahora ostenta el socialista Salvador Illa ya ha oficializado los nombramientos de su oficina de expresidente, según recoge este martes el Diari Oficial de la Generalitat. Aragonés ha puesto al frente a la que fuera la jefa de su gabinete, Helena Ricomà, y a Marçal Sarrats como responsable de comunicación. El tercer nombramiento es el de Sílvia Sabat, que ha sido hasta ahora secretaria del 'expresident'. Según contempla la normativa tiene derecho a un director de oficina, dos eventuales, escolta, coche oficial y despacho.
El que ha hasta ahora ha sido el presidente número 132 de la Generalitat se lleva sin embargo una suculenta suma mensual a su bolsillo contemplada por ley, un total de 9.078,5 euros brutos al mes teniendo en cuenta que percibirá el 80% de su retribución durante cuatro años. Hasta ahora cobra 136.177,50 euros brutos al año, según recoge el portal de transparencia de la Generalitat.
Por su parte, Ricomà tendrá un sueldo de alrededor de 80.000 euros brutos anuales según contempla su puesto de funcionaria con las tareas de asesoramiento en las materias que él requiera, así como ofrecerle información técnica en el ejercicio de sus funciones y alaboración de actividades de la oficina. Por su parte, Sarrats, tendrá un sueldo de 50.000 euros con tareas de comunicación en la elaboración de planificación comunicativa de Aragonés, así como la facilitación de discursos, dosieres y comunicados internos. Sabat contará con el mismo sueldo de Sarrats en la tarea de organización de la agenda del expresidente, coordinación de viajes, tareas administrativas y técnicas dentro de la oficina.
La oficina de Aragonés aún no tiene un lugar físico como si la tienen otros expresidentes de la Generalitat. En el caso de Artur Mas y José Montilla, las suyas se ubican en Barcelona mientras que Jordi Pujol ha perdido todos los privilegios que contempla la ley para estos usos después de que Artur Mas se los retirara por tener dinero negro en el extranjero. Por su parte Quim Torra tiene la oficina en Girona y Carles Puigdemont también cuenta con una que le lleva su 'mano derecha', Josep Lluís Alay.
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