El cabeza de lista de ERC al 12-M, Pere Aragonés, abandona la primera linea política. El presidente de la Generalitat asume la responsabilidad de los malos resultados de ERC y ha comunicado en una breve comparecencia en la sede de Calabria este lunes que no formará parte de este nuevo ciclo y da un paso atrás. Lo ha expresado a los medios en convocatoria ordinaria de cada lunes de ERC, un día después del batacazo de los republicanos en las urnas, donde han perdido hasta 13 escaños quedándose en 20 totales. Aragonés mantendrá la presidencia hasta que sea investido el nuevo cabeza del Ejecutivo catalán y se mantiene a la espera de los procesos internos para hacer el traslado del cargo de coordinador nacional de ERC.
El 'president' ha dicho que da este paso por "responsabilidad y honestidad" con el país después de los resultados de las urnas por lo que no cogerá su acta de diputado con el fin de hacer más fácil la transición del gobierno con "un nuevo presidente de la Generalitat". "Inicio una nueva etapa con el mismo compromiso con la independencia de los Paises Catalanes y la justicia social, desde otro lugar. Continuaré ayudando al país y al partido que quiero, ERC", ha declarado.
Sobre los pactos, no ha esclarecido ninguna prioridad y se mantiene en la línea de este domingo a punto de cerrar el escrutinio: ERC sigue enfriando un tripartito con el PSC y ve su rol en la oposición en la cámara catalana. El presidente ha repetido que les toca a Junts y al PSC liderar esta nueva etapa en Cataluña. Ha expresado que son tanto los socialistas como los posconvergentes los que deben entenderse. "Nosotros hemos decidido asumir la decisión de la ciudadanía, que nos ha dicho que debemos ir a la oposición". "Estas elecciones esbozan un cambio de rasante tanto para el partido como para el país", sin acabar de clarar en qué consistirá este cambio o si se sucederán más dimisiones.
Ha expresado este mensaje visiblemente serio y en solitario, respaldado por sus personas de confianza al otro lado del escenario, donde estaba su núcleo duro: desde Raquel Sans a Oriol Junqueras, la vicepresidenta Laura Vilagrà y los grandes señalados por el mal resultado, su director de comunicación Sergi Sabrià y su director de campaña Oriol Duran.
Incógnita sobre un congreso en los próximos meses
Con el partido abierto en canal y visiblemente tocado, queda la incógnita de cómo será reorganización interna para impulsar nuevos liderazgos y replantear la estrategia republicana. No ha calado así el mensaje de ERC en campaña que sacaba pecho de la gestión en minoría, que les ha acabado pasando factura en medio del estallido de la sequía, la revuelta del campo catalán y otras polémicas graves como el asesinato de una funcionaria de prisiones que ha acabado por incendiar todo el sector. Para más INRI este domingo la jornada electoral arrancaba con un grave boicot a la infraestructura ferroviaria catalana, dificultando la movilidad. ERC asume el precio a pagar por este conjunto de factores que han acabado hundiendo sus resultados así como el fin del 'procés' y el desgaste en su negociación con Madrid. Se espera que el partido abra en las próximas semanas el debate sobre el futuro de la organización, incluida la dirección que comandan Oriol Junqueras y Marta Rovira, que se encuentra en el extranjero. La posibilidad de un congreso en los próximos meses toma cada vez más fuerza.