El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, no se ha esperado a que sonaran el himno de España ni el de Francia después de recibir, brevemente, al presidente del Gobierno y al mandatario francés en la cumbra hispanofrancesa. Ambos mandatarios han pasado a revisar sus tropas y han escuchado los himnos de ambos paises interpretados por militares, un acto al que Aragonés no ha querido acudir a pesar de que solo era cuestión de unos minutos y que estaba saludando a ambos presidentes justo un momento antes.
El presidente de la Generalitat ha conversado alrededor de 40 segundos con el presidente español, Pedro Sánchez, y le ha trasladado que el procés no ha acabado y han hablado de la situación política actual. Aragonès le ha ha recordado los temas que le hizo llegar por carta para abordar a la cumbre hispano-francesa, una misiva que aún no ha respondido Moncloa y que abordaba varias cuestiones fronterizas de la franja norte de la autonomía. Más tarde el jefe del Govern ha conversado durante tan solo 15 segundos con el presidente francés, Emmanuel Macron, a quien ha trasladado que Catalunya quiere ser un socio europeo.
La posición de Aragonés en la cumbre ha sido incómoda puesto que ERC ha denunciado la cumbre por simbolizar el fin de la protesta independentista. Miembros de su propio partido han animado a acudir e incluso el presidente republicano Oriol Junqueras ha encabezado la marcha, pero ha tenido que irse al ser abucheado por los secesionistas más radicales. Aragonés buscaba en la cumbre también un espacio donde los planteamientos catalanes tuvieran cabida y por eso escribió a Moncloa una misiva con varios puntos en este sentido.
Este jueves, de hecho, el 'president' ha publicado una tribuna en el medio francés Le Monde en el que recalcaba la necesidad de pactar un referéndum para Cataluña con un acuerdo de claridad. Aragonés ha expresado que este acuerdo debe ser "reconocido por todas las partes implicadas y que cuente con el acompañamiento de la comunidad internacional", justo lo mismo que le ha pedido a Macron tras su recibimiento en la cumbre. El presidente de la Generalitat, con representación meramente institucional, aspiraba a hacer valer el interés estratégico y comercial de Cataluña dentro de Europa.
Celebra el fin de la sedición en medios franceses
En el artículo, Aragonés señala que el Gobierno "debe abrir esta nueva fase para construir una solución por el lado de la política, un avance democrático en el marco europeo". "No hacerlo o retrasarlo sería un grave error", insiste el presidente catalán, que considera que hace falta "construir soluciones a los conflictos políticos a partir de la democracia".
Aragonés explica que esta solución política es ahora posible porque "la negociación comienza a dar sus frutos en lo que concierte al fin de la represión, con medidas importantes como la derogación del delito anacrónico de la sedición" que implicó condenas de prisión a los responsables del referéndum ilegal de 2017. Y recalca que estos avances se han producido como consecuencia del "proceso de diálogo y negociación" emprendido por los gobiernos español y catalán en busca de una solución, en el que, como en todo proceso de resolución de conflictos políticos, "existen dificultades y el avance es complejo".
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