Cataluña

El Ayuntamiento de Girona endurece su presión a los comercios para que erradiquen el castellano

Este año el consistorio ha puesto en manos de Consum negocios que solo rotulaban en castellano en una treintena de ocasiones por si habría que abrir expediente

El Ayuntamiento de Girona redobla la presión para rotular en catalán. Esta semana ha conseguido que establecimientos del Barri Vell, el Eixample y Santa Eugenia rotularan en catalán haciendo mediación con los propietarios. Entre los negocios que han incorporado el catalán a los carteles y documentos se encuentran bares, restaurantes, peluquerías y centros de manicura. En paralelo, el ayuntamiento también ha enviado una carta a todos los negocios que se abren en la ciudad -de media, son una treintena cada mes- recordándoles que deben cumplir la Ley de Política Lingüística y poniéndose en su disposición por si necesitan asesoramiento o necesitan hacer traducciones.

A principios de año, la llegada a Girona de una cadena de ropa y complementos del hogar a bajo coste se tradujo en numerosos comentarios en las redes sociales. La situación provocó que la concejalía de Lengua Catalana hablara con responsables de la empresa. Y al día siguiente, los carteles ya se sustituyeron por otros; esta vez, en catalán. Además de este caso, el Ayuntamiento de Girona ha hecho que comercios de diferentes puntos de la ciudad incorporen el catalán en su día a día. Por ejemplo, incluyéndolo en los carteles que cuelgan en los escaparates o en sus cartas.

Como han expresado desde el Consistorio, es un trabajo que se ha hecho "buscando la complicidad" de los propietarios. "No sólo les explicamos que deben cumplir la ley, sino que también les digamos que si rotulan en catalán la ciudadanía lo agradecerá, y eso también les irá bien para su negocio", explica la concejala.

Si no prospera la recomendación, sanción

Gracias a la mediación, el consistorio ha logrado que el catalán esté presente en estos comercios y negocios, sin perjuicio de que se anuncien en otras lenguas, según afirman. Son casos que se han detectado desde el propio ayuntamiento bien a través de avisos que les han hecho llegar los gerundenses. La concejala insiste en que la vía del diálogo es la más efectiva para avanzar hacia la normalización. "Les enviamos correos electrónicos o nos ponemos en contacto, recordándoles que deben cumplir la ley, y también les ofrecemos asesoramiento", concreta Riquelme. En este caso, a través de los recursos con los que cuenta el Consorcio para la Normalización Lingüística (CNL), que, entre otros, dispone de un servicio de traducciones.

En caso de que esto no prospere, es cuando el Ayuntamiento de Girona pone el asunto en manos de la Agència Catalana del Consum. “Si avisamos a ese propietario muchas veces y los rótulos siguen estando en castellano, es cuando hacemos la comunicación pertinente por si hay que llegar a la sanción”, explica Núria Riquelme. Durante este 2024, el consistorio lo ha hecho en una treintena de ocasiones.

En paralelo, el Ayuntamiento de Girona también envía correos electrónicos a todos aquellos negocios que quieren establecerse en la ciudad, recordándoles que deben cumplir la Ley de Política Lingüística y poniendo a su disposición los recursos con los que cuenta el CNL. De media, explica Núria Riquelme, cada dos meses en Girona se abren entre 50 y 60 nuevos negocios.

Además, con el objetivo de hacerlo más comprensible para los emprendedores, Girona también ha revisado el apartado de la web donde se les informa de cuáles son los pasos que deben dar a la hora de obtener una licencia de actividad. “Revisamos todo el circuito que aparece en la web, simulando que queríamos abrir un negocio, y nos dimos cuenta de que quizás no quedaba suficientemente claro que debía cumplirse con la Ley de Política Lingüística; por eso, hicimos los retoques pertinentes para que constara y no quedaran dudas”, explica la concejala.

Concejalía que incorpora el catalán en criterios de contratación

La concejalía específica de Lengua Catalana, que nació con el nuevo gobierno Guanyem-JxCat-ERC, realiza una tarea “transversal”, concreta Núria Riquelme, porque su día a día abarca todas las áreas del consistorio. Y como ejemplo, la concejala explica que, en el Ayuntamiento, durante estos meses se ha hecho mucho trabajo interno para ser “modélicos”. Por ejemplo, asegurándose de que todos los carteles en equipamientos municipales están en catalán o incorporando la lengua a los criterios de contratación.

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