La visita de Sánchez a Aragonès no ha estado exenta de gestos independentistas. En la comparecencia ante la prensa posterior a la reunión entre el presidente del Gobierno y el autonómico, la Generalitat se ha encargado de que la bandera nacional no estuviera presente durante la intervención del catalanista. Al término de la intervención de Sánchez, los trabajadores del recinto han recogido la bandera de España para que sólo se encontrara tras Aragonés la de Cataluña.
El desplante se ha producido en el marco del encuentro entre ambos líderes en Cataluña, donde Sánchez se ha comprometido a impulsar una ley que permita a los ciudadanos dirigirse a la Administración del Estado en catalán; algo que, de facto, implica 'oficializar' el idioma en toda España.
El socialista ha accedido también a ceder la gestión del Ingreso Mínimo Vital al Govern catalán, que se aprobará el próximo 27 de diciembre, así como convocar una nueva reunión de la Mesa de Diálogo entre el Ejecutivo central y el autonómico antes de abril y preparar el traspaso de Rodalies, uno de los compromisos de investidura entre el PSOE y ERC.
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