ERC decide entregar la Generalitat de Cataluña a Pedro Sánchez. Tras una jornada de infarto, la militancia republicana dio este viernes la luz verde a la investidura de Salvador Illa como próximo presidente de Cataluña. Pero lo ajustado del resultado evidencia la fractura interna que vive el partido de Oriol Junqueras. En cualquier caso, ERC ha allanado el pacto fiscal exclusivo para Cataluña suscrito con el PSC. Mientras, la amenaza de Carles Puigdemont de dinamitar ambas legislaturas (la catalana y la nacional) cobra más fuerza.
Tras meses de incertidumbre para la conformación de un nuevo Govern en Cataluña y tras varios años en los que Pere Aragonés ha dirigido el Ejecutivo catalán en minoría tras romper con Junts, la autonomía afronta un nuevo ciclo con un acuerdo maximalista con los socialistas, previa intervención del Ejecutivo de Pedro Sánchez. No está previsto que ERC forme parte del Ejecutivo catalán. Pero nadie lo descarta a futuro.
De los más 8.200 militantes que tenían derecho a voto, lo hicieron 6.349 (77%), de los que 3.397 (53,5%) apoyaron el preacuerdo; 2.847 (44,8%) han votado en contra y 105 (1,7%) se han abstenido (en blanco).
La pregunta a la que respondieron: '¿Estás de acuerdo con que ERC vote a favor de la investidura del candidato socialista a cambio de la soberanía fiscal, la promoción y protección de la lengua catalana, la Convención Nacional para la resolución del conflicto político y el resto de medidas acordadas?'.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha celebrado el 'sí' de las bases en X diciendo: "Todos suman. Ninguno sobra. Hoy más que nunca. Somos ERC".
La planta noble de Ferraz salió preocupada tras el toque que les dio el expresidente catalán tumbando la senda de estabilidad presupuestaria. Poco a poco se extiende el convencimiento de que esta legislatura será una auténtica tortura para el PSOE. No porque Puigdemont vaya a derribar a Pedro Sánchez con una moción de censura. Es más, la cúpula del partido piensa que no tiene sentido ese extremo antes de que la amnistía esté atada y bien atada. Pero sí que impedirán toda ley, todo proyecto. "Junts lo volará todo", explica una destacada socialista con cargo institucional. La llave del caos la tiene el expresidente catalán.
Ante ese escenario, en el PSOE se empieza a vislumbrar la posibilidad real de que la salida de la legislatura del callejón sea una nueva convocatoria de elecciones. Moncloa, no obstante, confía en poder evitar la llamada las urnas. Sobre todo, si consigue sacar adelante los Presupuestos que Junts retrasó con un torpedo. El núcleo duro del presidente sabe que un adelanto electoral debe obedecer a un criterio de beneficio político. Y en estos momentos, con Sánchez acorralado, no es buena idea concurrir a unos comicios. Pero no es, desde luego, nada fácil integrar dentro del bloque de investidura a ERC y Junts. Los enemigos íntimos no van a darse tregua.
El PSOE arrasó el 23-J en Cataluña. El PSC, su partido hermano, le brindó la friolera de 19 escaños en Madrid. Los socialistas catalanes, que se hicieron bebieron en gran medida del banco de votos que en su día aupó a Inés Arrimadas (Ciudadanos) a la estéril victoria que no pudo frenar el desembarco de un nuevo ejecutivo secesionista.
La victoria del PSC (42 escaños, 9 más que en 2021) EL 12-m fue toda una alegría en Moncloa. Y todo, porque las encuestas situaban la diferencia con Junts (35 diputados) en apenas dos asientos. El presidente del Gobierno ganó una batalla a los partidos independentistas, que sufrieron una severa derrota y perdieron la mayoría en el Parlament por primera vez desde el estallido del procés hace más de una década.
Los pasos hacia la investidura
Ahora, el líder del PSC deberá comunicar al presidente del Parlament, Josep Rull, su voluntad de someterse a la investidura. Rull podría llevar a cabo la ronda de consultas el lunes y convocar la Diputación Permanente muy probablemente para el martes. Le toca a la mesa de la Diputación Permanente, con mayoría de socialistas y ERC, la que fijará la sesión de investidura, que podría tener lugar el miércoles 7 de agosto.
Illa, con todo, debería superar un ulterior obstáculo, ya que el expresident Carles Puigdemont ha prometido que regresaría a Cataluña para la investidura pese al riesgo de ser detenido, lo que alteraría todo el escenario. Aún así, la diputada Mar Besses, de Jovent Republicà, la organización juvenil vinculada a ERC, no ha garantizado aún que la investidura pese a ganar el 'sí'. De hecho, ya avisó en junio que tenían previsto convocar un Consejo nacional una vez se sepa el resultado, de manera que el voto de la diputada podría hacer perder la mayoría absoluta en la cámara catalana para investir a Illa ya que el apoyo sería de 68 diputados.
Otras concesiones
Además del pacto fiscal, el acuerdo de investidura incluye también que la Agència Tributària Catalana gestione, liquide, recaude e inspeccione todos los impuestos (empezando por el IRPF), así como crear un Departament de Política Lingüística en el Govern.
Además, se prevé crear una 'Convenció Nacional para la resolución del conflicto político' entre Cataluña y el Estado, así como aprobar un Pacte Nacional per la Llengua que cuente con 200 millones de euros de financiación en su primer año y que se deberá aprobar en los primeros 100 días del próximo Govern.
El texto señala que se deberá crear una Conselleria de Política Lingüística, con un plan de acción transversal que se proyecte sobre el resto de departamentos.
También preveé que se mantenga la actual Conselleria de Acción Exterior y UE, así como el programa de apoyo al cuerpo consular establecido en Cataluña.
Selecciones deportivas
Apunta que el Govern "continuará trabajando para el máximo reconocimiento del deporte catalán en todos sus niveles", por lo que promoverá la proyección internacional de las federaciones deportivas catalanas y el reconocimiento de las selecciones catalanas.
Prevé "transformar" el Aeropuerto de Barcelona para que gane capacidad con nuevas conexiones intercontinentales de largo radio, para lo que se dará continuidad a la labor de la comisión técnica acordada entre Generalitat y Gobierno.
ERC y PSC impulsarán iniciativas empresariales en Tarragona y, sin mencionar explícitamente el proyecto de Hard Rock, prevén modificar la Ley catalana de Centros Recreativos Turísticos (CRT) para elevar el impuesto impositivo del juego vinculado a los casinos.
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