La presidenta de Junts, Laura Borràs, se desdice 24 horas después de la polémica generada ayer durante el homenaje del 17-A. Ahora, un día más tarde, ha condenado lo ocurrido tras apoyar en un primer momento al grupo de manifestantes que interrumpieron el minuto de silencio en la ceremonia. Se trata de una reacción que llega después de que todos los partidos criticasen que hubiera aupado la protesta que acabó con una pelea a gritos entre las víctimas de terrorismo e independentistas radicales. Su misma formación política intentó tapar la responsabilidad de su líder al compartir, a los pocos minutos, un comunicado en el que decían que expresaban su más "energético rechazo" a la interrupción del minuto de silencio en memoria de los atentados de Las Ramblas y Cambrils.
Su actuación rompe una vez más la unidad en el bloque independentista ya que ERC tildó ayer el boicot de "miserable" y Oriol Junqueras volvió a enfatizar que lo importante eran las víctimas: "Hoy es un día de recuerdo y homenaje a las víctimas, los heridos y los familiares y conocidos que, con tanto dolor, vivieron el ataque terrorista del 17-A", comunicó. Lo mismo hizo En Comú Podem, ya que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hizo un llamamiento a la reflexión y expresó que la interrupción de un acto tan solemne estaba completamente fuera de lugar. No habló específicamente de Borràs pero dijo que los cargos que han avalado el boicot "se retratan a sí mismos".
A lo largo de estos cincos años tras los atentados, Junts, con Carles Puigdemont de adalid, se ha erigido como principal partido valedor de las sospechas conspiratorias que apuntan a la inteligencia española detrás de los atentados. Una estrategia que se fraguó tras el 17-A teniendo en cuenta que el referéndum ilegal estaba a un mes y medio vista de celebrarse. La formación, junto con otros grupúsculos independentistas radicales, lleva cinco años reivindicando que se esclarezcan los hechos e incluso han recurrido al Supremo para pedir más investigación cuando los hechos ya están sentenciados. Ayer por la tarde, además, fueron varios los consejeros de Junts los que volvieron a reivindicar "la verdad" de los atentados islamistas.
Alega que no saludó al hombre que gritó
Tras toda la polémica generada y la lluvia de denuncias por parte de los que se supone que son sus aliados políticos, Borràs, suspendida actualmente del Parlament, ha asegurado ahora que "está totalmente fuera de lugar interrumpir el minuto de silencio" de este miércoles. Para defender su postura ha alegado que no saludó al hombre que gritó pero, eso sí, justifica que hubiera personas con carteles exigiendo saber la "verdad" sobre los atentados.
En una entrevista en Catalunya Ràdio ha garantizado que tanto ella como los dirigentes y simpatizantes de Junts hicieron "escrupuloso y respetuoso silencio" durante el minuto de silencio, en el que un hombre exclamó "Les vamos a dar un pequeño susto a los catalanes", en referencia a las declaraciones del excomisario Villarejo que acusaba al CNI de la actuación en el atentado, y "Estado español asesino".
Ha explicado que unos 20 minutos después del homenaje saludó a un grupo de personas que llevaban carteles con lemas "Exigimos responsabilidades" y "Queremos saber la verdad" y que asegura que no tenían nada que ver con el hombre que gritó, al que ha dicho que no saludó: "No encontrará ningún vídeo donde yo haya saludado a esa persona".
Sí saludó a independentistas radicales
Su versión queda desmontada por los vídeos del momento. A pesar de negar que saludara al hombre que gritó, refiriéndose al activista independentista Francesc Cesc, al que se pudo ver discutiendo fervorosamente con víctimas de los atentados, la realidad de los hechos es que la presidenta de Junts sí saludó a independentistas radicales que gritaron a las víctimas. Así lo demuestran los vídeos del momento de la discusión donde, en medio del acalorado enfrentamiento y al grito de "yo también soy víctima del terrorismo, porque soy catalán", aparece otro hombre con boina y gafas del mismo círculo que empieza a espetar e insultar a las víctimas. Borràs había saludado a ese hombre momentos antes de la discusión.
Seguirá acudiendo al Parlament pese a la suspensión
Por otra parte, Borràs ha afirmado que seguirá acudiendo al Parlament pese a que la Mesa la suspendiera a finales de julio después de que se la haya enviado a juicio, y ha asegurado que seguirá haciendo su trabajo desde Junts. "Que la presidencia del Parlament haya quedado suspendida es un hecho gravísimo, la ocupe quien la ocupe. Que el resultado de las urnas fuera 52% de los votos para el independentismo y que esto no se vea traducido en las personas que hemos recibido este encargo, esto es lo que nos tiene que preocupar extraordinariamente", ha asegurado.
Ha criticado que se esté produciendo una "acomodación en la autonomía" y ha señalado que, mientras los objetivos de los partidos sean "pequeñas cuotas de poder autonómico" no se avanzará "hacia el gran objetivo", en referencia a la independencia de Cataluña.
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