Carles Puigdemont ha decidido mudarse al sur de Francia, muy cerca de la frontera española, para montar el cuartel de campaña de Junts+, la candidatura nacida del pacto entre Junts per Catalunya y Demòcrates de Catalunya, una escisión de lo que antaño fue Unió. El expresident de la Generalitat de Cataluña pilotará la estrategia de su partido para las elecciones catalanas del 12 de mayo desde la región de Vallespir, dentro de esa Catalunya Nord que dibujan los mapas adulterados por el independentismo.
Será algo más de un mes plagado de actos por la zona, hasta donde se desplazarán los candidatos de Junts+ para acompañar a Puigdemont en los mítines. Este mismo sábado, desde la localidad francesa de Elna, el mismo lugar donde el pasado 21 de marzo anunció su vuelta a la arena política catalana, anunció los nombres que concurrirán por las listas de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. También aprovechó para erigirse como el único partido "capaz de plantarse" ante Pedro Sánchez.
No obstante, una decisión de la Justicia europea acecha las costuras de una campaña ya de por sí intensa y trascendental y titubea en la red como la pelota de Match point. Será este jueves cuando Maciej Aleksander Szpunar, abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, emita sus conclusiones sobre el recurso en casación que interpusieron Puigdemont y uno de sus hombres de máxima confianza, Toni Comín, contra la decisión de julio de 2022 en la que el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) avalaba la decisión inicial del Parlamento Europeo de, en un primer momento, haber negado el escaño a ambos por no haber jurado la Constitución tras las elecciones europeas de 2019, algo exigido por la Junta Electoral Central (JEC).
"No sabemos qué va a informar", reconocen fuentes del entorno de Puigdemont en conversación con Vozpópuli. La decisión de Szpunar no tendrá efectos jurídicos vinculantes inmediatos. Sí será un paso más en un procedimiento que concluirá próximamente, y con muchas posibilidades de confirmar la retirada de la inmunidad de ambos en su condición de eurodiputados. ¿Uno de los posibles efectos? Que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena reactive la orden europea de detención.
"Lo que vamos a saber tiene mucha importancia, porque el dictamen del abogado general es la línea que normalmente sigue la sentencia", estiman fuentes del PP europeo consultados por este periódico. "La sentencia del TGUE fue muy concluyente. Hablamos de un proceso ultragarantista en el que Puigdemont ha tenido todas las posibilidades de ser oído. Teniendo en cuenta que en la casación sólo se plantean cuestiones de Derecho, lo más seguro es que en el recurso no hayan podido alegar ninguna nueva circunstancia", añaden las fuentes consultadas.
Y entonces, la gran pregunta: ¿cuándo saldrá la sentencia del TJUE? "Lo normal –estadísticamente hablando– es que saliera aproximadamente en un mes y, casi con total seguridad, antes del 9 de junio [día en el que se celebran las elecciones europeas]", aseguran las fuentes populares en Bruselas. Una decisión que puede reventar la campaña en Cataluña y poner patas arriba el tablero político español. "Y también provocar nuevas decisiones de Puigdemont", desliza un diputado, en referencia a una posible entrada a España que provoque su detención. Este extremo se trata, subrayan las fuentes consultadas, de una mera conjetura.
"Optimismo" en el PP
Fuentes de Génova no esconden su "optimismo" por un futuro judicial inmediato de Puigdemont que, siempre postergado, sustentado sobre uno y otro recurso, cimentado sobre esa inmunidad fruto del escaño conseguido en Bruselas tras el visto bueno de David Sassoli, difunto presidente del Parlamento Europeo; pinta (coyunturalmente) negro. Una gran paradoja, habida cuenta de que ya se cocina la Ley de Amnistía. "No parece probable que el abogado del TJUE vaya en contra del abogado de la Eurocámara", estiman fuentes de la dirección nacional del PP.
Desde que el 30 de octubre de 2017 emprendiera una huida nocturna hacia el aeropuerto de Marsella para eludir su responsabilidad con la Justicia española, Puigdemont ha vivido entre Bruselas y Waterloo. El acta en la Eurocámara fue su balsa de salvación. Se ha tratado, sin embargo, de una condición, la de eurodiputado, con un expediente siempre abierto en las instancias europeas. Puigdemont y Comín tomaron el acta en diciembre de 2019. Cuatro meses después de constituirse la legislatura y tras la negativa de Antonio Tajani, predecesor en el cargo de Sassoli, también italiano, presidente del Parlamento Europeo hasta julio de 2019, que vinculaba la decisión a las autoridades españolas.
Los posconvergentes tomaron el acta tras la decisión del TJUE sobre Oriol Junqueras, también electo en aquellas elecciones europeas, aunque preso en la cárcel de Estremera por entonces; según la cual un eurodiputado goza de tal condición desde el mismo día que se celebran las elecciones. El bálsamo judicial provocó una respuesta de la Justicia española: la de elevar un suplicatorio a Bruselas que retirara la inmunidad de Puigdemont. Una petición que el Parlamento Europeo confirmó en marzo de 2021.
"La inmunidad tiene sus días contados"
"No tiene indicios de fumus persecutionis, esto es, de la existencia de elementos de hecho que apunten a que el procedimiento judicial responda a la intención de dañar la actividad política de un diputado", apuntó, además, la Cámara comunitaria sobre la supuesta persecución por motivos políticos alegada por Puigdemont. Desde entonces, todo han sido varapalos argumentales para el líder de Junts e inestable muleta del Gobierno.
Pero fue el 5 de julio de 2023 cuando llegó "la gran bofetada de Bruselas", según estiman las fuentes del PP europeo consultadas. La decisión del TGUE de retirarles la inmunidad a Puigdemont, Comín y Clara Ponsatí. Una decisión que el propio expresident reconoció que "no era la que esperábamos". Fue entonces cuando los tres recurrieron en la casación cuyo dictamen anunciará el abogado del TJUE este jueves.
"Si se ha ido al sur de Francia caben tres posibilidades: o tiene mucha confianza en la amnistía, o va a cruzar la frontera, o confía que un simple aforamiento como diputado del Parlament –aplicando la misma doctrina del TJUE con Junqueras, que no cabe aquí de ninguna manera– lo proteja en Francia", considera un eurodiputado del PP con trienios. "Si no pierde la inmunidad ahora, la perderá, como muy tarde, el 9 de junio, cuando se celebren las elecciones europeas", explica, "y sin inmunidad no puede vagar por Europa". "Realmente, la inmunidad de Puigdemont tiene sus días contados", concluyen las fuentes populares en Bruselas.
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