Cabify ha vuelto a Barcelona tras salir apenas hace un mes. La plataforma operadora de licencias de VTC ha dado un golpe de timón, adaptándose al decreto de la Generalitat, que guarda desde el pasado jueves un sorprendente silencio administrativo.
El nuevo modelo de Cabify se basa ahora en una empresa de transportes, la misma regulación que el resto de empresas tradicionales de VTC. El cambio a empresa de transportes es el centro cardinal para poder operar desde el pasado viernes. Antes de esta modificación, Cabify operaba como si de una agencia de viajes se tratara.
La diferencia es que los clientes ya no contratan el viaje en sí, es decir, un contrato por trayecto, por lo que tendrían que esperar los quince minutos de precontratación establecidos en el decreto del gobierno autonómico. Ahora los clientes contratan por un año a la empresa y tan solo tienen que esperar quince minutos desde la aceptación del contrato y una única vez.
La Generalitat aún no se ha pronunciado sobre el nuevo modelo de Cabify
A modo de ejemplo, un cliente se descarga la aplicación, introduce los datos personales pedidos y solo puede pedir el servicio por primera vez una vez pasados 15 minutos, sin tener plazo de espera en el servicio.
Por este motivo, según los servicios jurídicos de Cabify, no se vulnera el decreto, la empresa se adapta y los clientes podrán elegir entre los distintos medios de transporte, operando como una empresa de alquiler de vehículo con conductor. Según la nota jurídica interna de la compañía, explicada por la empresa a Vozpópuli, el servicio que presta ahora Cabify tiene una clara diferenciación con el anterior, y se basa en el decreto garantista de la Generalitat a las VTC tradicionales. Para la operadora de VTC, si la Generalitat regula ahora a las empresas de transportes, afectará a todas las VTC, y no solo a las plataformas tecnológicas.
Cabify utiliza ahora la empresa VTC Prestige&Limousine SL, adquirida recientemente para realizar este movimiento sorpresa. En las condiciones de la aplicación así se advierte y es bajo este nombre con el que se explota la marca y la aplicación móvil para gestionar los servicios.
El efecto llamada para las empresas VTC
Los clientes, una vez introducido los datos, dan el consentimiento para que el contrato tenga un año de duración, prorrogable anualmente si ninguna de las dos partes indica lo contrario.
La empresa no descarta que este modelo incentive a las empresas VTC a usar la plataforma para prestar servicio, así como un efecto llamada para atraer nuevas sociedades, abriendo así este negocio a mas conductores, afectados por continuos EREs.
De momento, la patronal Unauto VTC no se ha sumado ni respaldado el nuevo modelo de negocio de Cabify, a la espera de informes jurídicos y de la Generalitat, que estipuló que el decreto afecta a la contratación, pero dejando fuera a la petición de servicios, una clara y sustancial diferencia que evitaría una acción por parte de la Generalitat, que evalúa ahora el contenido del contrato de Cabify con los clientes.
La adaptación al decreto ha sido costosa para ponerla en práctica y por ello defiende el modelo anterior, con el que opera en el resto de España y por el se realiza una prestación de servicio mejor.
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