El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, huido de la justicia desde 2017, ha anunciado este sábado que volverá a España aunque da por hecho que será detenido: "Si se salen con la suya, imagino lo que me espera y lo que debo hacer", ha asegurado en una carta de tres páginas publicada en la red social X —antigua Twitter—, en referencia a la orden de detención nacional que pesa sobre él tras no aplicársele la amnistía por el delito de malversación.
"Mi detención es una posibilidad real en muy pocos días", ha dicho Puigdemont minutos antes de que Salvador Illa proclamara públicamente que ya tiene los acuerdos suficientes para ser investido presidente de la Generalitat. "Si me detienen, no será la primera vez. He estado en una prisión alemana y en otra de Italia, he estado arrestado en una comisaría belga y he estado convocado por la policía antiterrorista francesa. Todo esto, claro, por orden del aparato judicial español".
"Sé que mi retorno puede comportar la detención e ingreso en prisión, quién sabe por cuánto tiempo", indica Puigdemont, que asegura que no dejará que se le use como "objeto de negociación" ni que su eventual encarcelamiento sirva para "abonar ninguna decisión política que comporte renunciar a la lucha" por la independencia de Cataluña.
Puigdemont señala que el hecho "relevante" en caso de ser detenido será "la evidencia de que en España las amnistías no amnistían, hay jueces dispuestos a desobedecer la ley y el Gobierno español se lo mira con la indolencia del resignado".
"Quien crea que esto no tendrá consecuencias, se equivoca. Verme encarcelado ha sido el sueño frustrado de los perseguidores españoles durante siete años. Para hacerlo deberán violar muchas cosas", prosigue antes de resolver que esta "actitud antidemocrática y antiliberal de los aparatos del Estado no es intrascendente" para la causa de la independencia.
El expresident, líder de Junts, denuncia ser objeto de "un golpe de Estado híbrido" en el que "los poderes del Estado han usado un nivel de violencia política incompatible con la democracia", al tiempo que asegura que defenderá la independencia "sin ninguna renuncia", es decir, mediante la "negociación bilateral cuando se den las condiciones" o con "la acción unilateral cuando sea la única alternativa al alcance".
Asevera también que si no se le aplica la amnistía es porque los jueces "incumplen" la norma, que cuenta con un redactado que "cierra la puerta a interpretaciones perversas", de modo que acusa a la judicatura de estar "en rebeldía contra las instituciones democráticas".
Esta carta llega el día después de que las bases de ERC avalaran, con un 53,5 % de apoyo, votar como president al socialista Salvador Illa. Una decisión que "hace que la detención sea una posibilidad real en muy pocos días", según denuncia Puigdemont.
El expresidente catalán acusa a ERC de haber emprendido en los últimos años "campañas de desprestigio" contra su figura y asegura que un ejecutivo presidido por Illa sería "un Govern de carácter españolista", "alérgico a la plena normalización de la lengua catalana y que no tendrá ninguna capacidad de negociación real con el Gobierno español para resolver un conflicto histórico".
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