"Hubo un asesino a quien no convenció ni contagió mi sonrisa, poniendo punto y final al libro que escribía con ilusión cada momento que el tiempo me regaló". Esta es una de las desgarradoras frases de la carta escrita por la familia de Nuria López, la cocinera asesinada en una cárcel de Tarragona. Una misiva escrita en primera persona por la víctima que sale a la luz cuando se cumplen seis meses de su muerte y deja un aviso para el futuro: "No dejéis que ninguna familia más viva esta pesadilla".
"Hola, buenas noches a todos y a todas! Soy Núria. La cocinera de Mas d'Enric. Un asesino me arrebató la vida en mi puesto de trabajo", así comienza la carta que ha difundido la familia de la víctima seis meses después de su asesinato. Una iniciativa que recuerda a la película 'The Lovely Bones', en la cual la asesinada se comunica con sus seres queridos.
"Soy una mujer risueña, divertida y alegre, dulce y cariñosa, algo tímida pero con carácter. Creativa, soñadora y artística (me encantan las manualidades). Constante, perseverante y luchadora. Me considero amable, noble y espontánea, muy humana y sobre todo animalista (adoro los animales y colaboro como puedo con protectoras)", prosigue.
"Mi vida nunca fue fácil, pertenezco a una familia humilde, trabajadora, con valores, educación y bastante amplia, nos extendemos hasta el sur por Almería. Todo lo que tenía lo construí con mi esfuerzo y constancia, de hecho mi puesto lo gane después de trabajar 9 años de interina, hincando codos y aprobando exámenes, ahora me pregunto si mereció la pena todo ese sacrificio, pues no creo que esta tragedia sea la recompensa que merecía, ni yo ni mi familia, ni Fiona, ni mis seres queridos. Un millón de abrazos y besos os mando desde el cielo", relatan desde la perspectiva de la víctima.
"Mi primer verano... sin verano"
Núria también afirma: "Este ha sido mi primer verano... sin verano". "Mi primero de muchos futuros veranos sin poder sentir el calor del sol, mojarme con las tormentas repentinas, sin poder entretenerme observando los azules del mar o contemplando el contraste de verdes en la montaña, Este ha sido el primero de muchos veranos sin poder disfrutar de la brisa cuando arranca al anochecer después de un día de bochorno", afirman.
La familia también utiliza la carta para agradecer el homenaje que se organizó para la víctima con cientos de rosas durante el día de Sant Jordi. También las concentraciones y manifestaciones que se han desarrollado en diferentes puntos de España. "Me arrebató todo esto y mucho más, un asesino. Me lo robó todo. Me quitó la ilusión de cada mañana, las alegrías, los días con prisas y las tardes que parece que nunca vayan a terminar", describe.
En esta oda de amor a sus seres queridos, la familia de Núria también tienen palabras de recuerdo para su perra Fiona, una "fiel compañera de viaje". "Vi cómo, en escasos minutos, el miedo, la impotencia, la soledad, el pánico, la angustia y el dolor se apoderaron de mí. Sentí tanto frío que quede helada y en ese instante, observé a mi alma mirar mi cuerpo tirado en el suelo, como si nadase en un mar de sangre. Todo lo que con esfuerzo, día a día llevaba construyendo a lo largo de mi vida, se hizo mil pedazos, desvaneciéndose así hasta mis planes de futuro", relatan.
El escrito busca promover la lucha por los derechos laborales de los funcionarios de prisiones. "Que protejáis mi memoria y os animo que sigáis luchando por cambiar todo aquello que sea necesario, para que ninguno de vosotros tenga que estar donde estoy yo", solicita.
Núria: "No hay seguridad de que yo sea la última"
"Nadie merece morir de una forma tan cruel a manos de un asesino tan despiadado, así que no dejéis que ninguna familia más vuelva a vivir esta pesadilla", remarca. "Simplemente recordaros que el movimiento se demuestra andando y que no puede haber seguridad y garantías de que; yo haya sido la primera y que también sea la última, sin el compromiso de cambiar todo lo necesario para que cada turno de trabajo que empecéis os permita volver vivos a casa", señala.
La carta de la cocinera asesinada acaba firmada por Núria López de la siguiente forma: "Gracias a todos, os mando millones de besos y abrazos desde el cielo". El asesinato de esta mujer, el pasado 13 de marzo en la cárcel de Mas d'Enric (Tarragona), conmocionó al sistema penitenciario catalán. Los representantes de los trabajadores llevaban tiempo alertando de que se había producido un repunte de la violencia en las cárceles. El autor del crimen fue Iulian, un preso que estaba cumpliendo condena por matar con un arma blanca a otra mujer. No podrá responder ante la justicia porque se suicidó tras acabar con la cocinera.