El conseller de Acción Climática, David Mascort, ha confirmado que el Govern se está preparando para poder acoger la llegada de barcos con agua, por si fuera necesario activar esta opción en una próxima fase de emergencia por sequía. Mascort ha comparecido este martes en la rueda de prensa después de la reunión del Consell Executiu y de la Comisión Interdepartamental de la Sequía, en un momento crítico por una escasez de lluvias que dura ya 36 meses y que sitúa las reservas de agua de las cuencas internas al 19%.
⚠️ El #Govern decretarà la preemergència per #sequera la setmana que ve per estalviar aigua i endarrerir l’entrada en emergència.
? Es limitarà a 210 litres el consum diari per habitant i el reg de gespa quedarà prohibit excepte per a esports federats.https://t.co/U25SHYQXpM— Govern. Generalitat (@govern) November 21, 2023
El conseller ha anunciado la decisión de que el sistema del Ter Llobregat, que abastece el área metropolitana de Barcelona y parte de Girona, entre en fase de preemergencia, un estadio intermedio previo a la emergencia (reservas al 16%), la más crítica de todas y a la que se podría llegar a finales de año, si no cambia la situación.
Para esta futura fase de emergencia, Mascort ya ha avanzado que, más allá del incremento de restricciones, tienen sobre la mesa "un amplio abanico" de posibilidades, entre ellas la posibilidad de contratar barcos que traigan agua de otras partes de Europa.
Esta opción ya se puso sobre la mesa en la anterior gran sequía del 2008, pero que no se llegó a ejecutar porque finalmente llovió. "Estamos preparados por si hay que llevar agua con barcos", ha expresado este martes el conseller, sin querer concretar cuándo se ejecutaría esta medida.
"Estamos trabajando con el Puerto -de Barcelona- para hacer las obras de adecuación, para que puedan llegar los barcos y, en el momento que sea necesario, llegarán los barcos", ha afirmado.
El conseller ha destacado que las obras de adecuación del Puerto son "muy rápidas" y podrían estar listas "en un par de meses".
Modificar la presión del agua
Otra de las medidas sobre la mesa para la fase de emergencia es reducir la presión del agua que llega a las casas por las tuberías. "Es una de las acciones que trabajamos con las operadoras, pero se tiene que hacer de forma muy quirúrgica", ha expresado Mascort.
En este sentido, el conseller ha puntualizado que no es lo mismo bajar la presión en una localidad pequeña con edificios bajos que en urbes de grandes extensiones y con bloques de 14 pisos, pues en este caso el agua necesita más fuerza para circular y llegar hasta los domicilios. En todo caso, ha apuntado que la modulación de la presión, donde sea posible aplicarse, podría permitir ahorrar entre un 2 y un 7% del consumo de agua.
En la nueva fase de preemergencia, que entrará en vigor a principios de la próxima semana, se reduce la dotación máxima de agua por habitante y día, contando domicilios y actividades económicas y comerciales, de los 230 litros actuales a los 210 litros. También queda prohibido el riego de césped, rellenar piscinas privadas, limpiar calles con agua potable, llenar fuentes ornamentales o lavar el coche fuera de establecimientos comerciales.
Como medidas complementarias, el Govern aplicará planes de ahorro en edificios públicos y en las prisiones; desplegará una campaña educativa en escuelas e institutos y convocará ayudas al sector turístico para invertir en ahorro de agua. También formará a trabajadores de atención sociosanitaria a domicilio para reducir el consumo y desplegará una campaña de vigilancia y control del cumplimiento del plan de sequía, en colaboración con los Mossos d'Esquadra y policías locales. Mascort ha recordado que el cumplimiento de las dotaciones máximas de agua por habitante y día compete a los ayuntamientos.
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