El Ayuntamiento de Barcelona, regido por Ada Colau y Jaume Collboni, recrudecen su batalla contra la venta ambulante tras haber concedido 1,1 millones en ayudas públicas a los manteros.
Mientras se recrudecen las protestas de los vendedores ambulantes contra Colau por desplegar a la Guardia Urbana y Mossos de Esquadra en los puntos habituales de la venta ilegal, ahora se promueve una campaña para concienciar a turistas y vecinos para hacer las compras en los establecimientos legalmente constituidos.
"En Barcelona la compra legal hace ciudad" es el lema de esta campaña anunciada en inglés, francés, catalán y castellano por el Consistorio con el objetivo de promover el comercio de proximidad y tradicional.
"En Barcelona no está permitida ni la compra ni la venta fuera de los establecimientos legales", advierten los carteles, colocados estratégicamente en los sitios más turísticos de la Ciudad Condal. La campaña durará hasta septiembre, con el fin de la temporada alta de turistas.
"El objetivo de la campaña es que el espacio público sea para todos y todas, ya la vez, preservar los derechos de los comerciantes que crean riqueza y puestos de trabajo", ha afirmado Collboni. "Debemos dejar claro a los millones de personas que nos visitan en la ciudad que en Barcelona no está permitida ni la venta ni la compra que no sea legal", ha asegurado.
Barcelona cuenta con más de 60.000 establecimientos comerciales y de servicios activos, de los cuales la mitad son de servicios y un tercio de comercio al por menor. La campaña contrasta con la petición de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, que pedía a los turistas no hablar bien de sus calles y monumentos, una polémica que ha recibido airadas críticas.
La nueva medida del Ayuntamiento llega después de la protestas de los manteros por el dispositivo de seguridad desplegado en el Paseo Marítimo y sus confluencias, más de un kilómetro de calle que habitualmente estaba llena de vendedores ambulantes, así como estaciones de metro muy concurridas, como Plaza Cataluña.
El problema se trasladará a otros municipios
Con estas medidas, el Ayuntamiento conseguirá acabar con una parte del problema, como había ocurrido con los narcopisos, pero no es la solución final para atajarlo de raíz. Ya que ahora, la venta ambulante tan solo se moverá a otras zonas turísticas, como Sitges, Garraf y playas del litoral cercano a la ciudad de Barcelona.
Los manteros habían mostrado su "malestar" con Colau, más después de haber recibido del Ayuntamiento más de un millón de euros en ayudas. Los vendedores ambulantes habían solicitado este mismo jueves un horario para realizar sus ventas, el único sustento que tienen al final de cada día en la mayoría de los casos.
Patronales y comerciantes habían protestado a su vez contra Colau por permitir la presencia de este negocio ilegal en las calles de Barcelona. Este mismo viernes, la sede de Pimec ha sido atacada por encapuchados, que han pintado: "Más manteros y menos maderos".
El ataque se ha producido poco después de difundirse un estudio de Pimec en el que se cifra en 134 millones el impacto a los comercios de proximidad y a las ventas de las grandes firmas. El perjuicio directo es de 65 millones y otros 69 millones por las pérdidas de la industria.
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