El cupo catalán pactado entre PSC y ERC ha sido avalado esta semana en el Parlament. Una discutida financiación sobre cuyas bondades se explayó Salvador Illa en el debate, asegurando que se trata de un modelo de raigambre izquierdista que en modo alguno renuncia a la solidaridad y que, sobre todo, "no va contra nadie". Por ello, exigió un análisis con "menos ruido" y "más rigor". Una petición que pareció ser atendida en el la charla 'Financiación singular para Cataluña: un mal negocio', organizada por Impulso Ciudadano en Barcelona y mantenida por el director de Fedea Ángel de la Fuente —considerado el mayor experto en financiación autonómica— con el articulista Joaquim Coll y el economista Joan Llorach.
En ella, De la Fuente se dedicó a desmontar meticulosamente el relato que socialistas y secesionistas han erigido para defender la nueva "financiación singular" catalana, que el constitucionalismo prefiere llamar cupo o concierto catalán. En primer lugar, el experto negó que Cataluña se encontrase "infrafinanciada", como ha denunciado históricamente el nacionalismo. "Es un mito del todo falso ya que la comunidad se encuentra en la media: a veces, ligeramente por encima; y a veces, un poco por debajo", aclaró. Y si tiene un déficit fiscal es debido a que "su renta es alta y se pagan más impuestos", de la misma manera que "un rico paga más, y un pobre, menos". "Lo raro es que no hubiera un déficit fiscal", mantuvo.
En este sentido, explicó que Cataluña constituye la norma y no la excepción. "Lo anómalo es el caso vasco, que tiene un superávit fiscal", ejemplificó, y ponderó que a los "ricos no deberíamos subvencionarlos". Dado este desequilibrio, el economista se mostró proclive a introducir cambios en el sistema de financiación español, "pero no en Cataluña".
Un modelo que no existe
Pero, si el modelo vasco es un concierto económico, ¿puede catalogarse de la misma manera a la nueva financiación catalana? De la Fuente no dudó en hacerlo así: "Es básicamente un concierto, ya que el Estado deja de recaudar impuestos federales o estatales en una parte del territorio a cambio de una aportación negociada vinculada al coste de los servicios de éste en Cataluña. Y la cuota de solidaridad no se precisa". Este sistema se la antojo "muy extraño" al director de Fedea, recordando que un modelo de tales características no existe en ningún rincón del mundo. Y que si lo hace en España, en referencia al País Vasco, se debe a un "accidente histórico".
Interpelado por Llorach sobre si el cupo catalán se asemeja al sistema alemán —como pretende el nacionalismo—, De la Fuente lo desmintió. "Es cierto que los 'lander' recaudan el grueso de los impuestos, pero, en tanto que agentes del gobierno federal, no poseen autonomía tributaria. De hecho, la de las comunidades españolas es mayor", indicó. Por lo demás, puntualizó que no había garantías de que parecerse a Alemania fuese deseable. "Fragmentar la recaudación aumenta los costes y hace más fácil el fraude", dilucidó. Tanto es así, que "Alemania, si pudiera, cambiaría su sistema por el nuestro".
De la Fuente no quiso despedirse sin alertar de que el cupo negociado con los secesionistas supone la demolición del sistema actual. "Nuestro país es esencialmente federal, pues existe un equilibrio entre las competencias del centro y de las comunidades. Pero lo que se propone ahora es vaciar al centro de sus recursos: una mala idea", consideró. A este respecto, el cupo catalán no solo es "disfuncional", sino que "conduce a una confederación por la puerta de atrás, sin reforma constitucional". Y rechazó —igual que había hecho antes Coll— que una financiación de esta índole pueda ser definida como progresista. "El PSC ha comprado el relato de los independentistas y el grueso de su programa. Y si el PSOE lo bendice, el problema es serio", valoró.
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