Salvador Illa ha arrancado la legislatura catalana con polémica. Sus movimientos en corto para la formación de su gobierno ya han levantado todo tipo de críticas por las evidencias de 'nepotismo' político y han requerido el posicionamiento de los grupos políticos de la oposición para pedir explicaciones.
De hecho, este lunes, Junts solicitó la comparecencia en la cámara catalana del presidente de la Generalitat y de la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, para que argumentaran la composición del Govern y el nombramiento de cargos eventuales. Junts solicitó estas comparecencias después de que ayer, el Diari de Girona publicase que Alfons Jiménez, pareja sentimental de Paneque, será su jefe de gabinete en la consellería, y de que Illa haya fichado a Yolanda Collboni, hermana del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, como asesora del Departamento de Presidencia.
Según el ejecutivo catalán, estos movimientos se han hecho según la trayectoria, y que han sido ratificados por el departamento de Presidencia. Aun y con todas las justificaciones, estos enchufes han generado estupefacción por el descaro que suponen teniendo en cuenta el cargo público que van a desempeñar. En el caso de la hermana de Collboni, que ha hecho carrera en el mundo municipal, su salto supone un 72.745 euros anuales como asesora en proyectos transversales.
Además, Illa también ha 'repescado' en el entorno de antiguos cargos: el ex diputado socialista Manel Nadal, hermano del ex conseller Joaquim Nadal, será el secretario de Movilidad e Infraestructuras del gobierno, un cargo, el de Movilidad, que ya ejerció durante el tripartito. Además, el gobierno ha creado una nueva figura, el comisionado de la ley de barrios, que recaerá Carles Martí , ex senador y ex teniente de alcaldía de Barcelona, conocido por haber dirigido la federación local de la formación y por haber estado primer teniente de alcalde de Jordi Hereu, actualmente ministro español.
Ante estos fichajes, el PP también ha presionado a los socialistas para que den explicaciones sobre el "chiringuito" familiar en el que se está convirtiendo la estructura de la Generalitat además de pedir una reducción drástica de la estructura política de la Generalitat. Han anunciado que van a pedir al nuevo ejecutivo una auditoría del gasto superfluo de la Generalitat para "eliminarlo, acabar con estructuras de Estado, duplicidades, enchufismos, cargos políticos y poder destinarlo a políticas de sanidad, educación y vivienda". "Illa sigue los pasos de Sánchez, empieza enchufando a afines y familiares en cargos políticos y acaba controlando todas las instituciones. Copia al peor del sanchismo y del separatismo" ha afirmado Juan Fernández, portavoz del grupo.
580 cargos designados a dedo
Sin embargo, esta operación socialista es tan solo la punta de iceberg de las colocaciones que ha puesto en marcha Illa para engrasar la maquinaria del nuevo ejecutivo. Ahora, en pleno agosto, será una constante el nombramiento de altos cargos y asesores del 'sottogoverno', con 580 cargos designados a dedo, cuyo sueldo ronda los 93.000 euros. Con la Generalitat en solitario, los socialistas tienen más poder que nunca en Cataluña. No solo por gobernar en el ayuntamiento de Barcelona, sino en buena parte de las ciudades más pobladas y la Diputación de Barcelona y el AMB. Esto les permite dirigir el país, así como reforzar la estructura y la financiación del partido y recompensar y nombrar a cientos de personas afines y del entorno del PSC.
Los primeros nombramientos que se han sabido del gobierno Isla han sido responsables ya conocidos. En primer lugar, en la primera reunión en el Palau de la Generalitat, se ratificó a Pere Macias como comisionado del traspaso del servicio de Cercanías, un gesto que muestra una voluntad de no romper del todo con el gobierno de Pere Aragonès .
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