La candidata de ERC, Diana Riba, aguanta la vela para 'rascar' cualquier voto a su lista para las elecciones europeas. A menos de una semana para el 9-J, los republicanos han centrado este lunes la campaña en el campo para ponerse del lado de los 'payeses', que precisamente han protestado en la frontera con Francia y han cortado los pasos estratégicos. Las manifestaciones se se alargarán hasta este martes y reclaman mayor seguridad alimentaria sobre los productos importados, priorizar los locales y menor presión fiscal en las energías. En este contexto ERC intenta ahora y a toda costa hacerse valer y no perder el voto del campo, donde la derecha no ha penetrado en Cataluña y donde tienen históricamente apoyo republicano.
Tanto Oriol Junqueras como Diana Riba han hecho campaña este lunes desde Espai Rural de Gallecs en contra de Junts y PSC, señalándoles como partidos que han votado a favor de medidas que benefician a "grandes terratenientes, bancos y multinacionales, olvidando a los pageses de nuestra casa". Diana Riba se ha abanderado como la eurodiputada que ha impulsado acuerdos de comercio justo que benefician a la mayoría de la población catalana en contra de las políticas que ha apoyado Junts en la Eurocámara, intentando contrarrestar el daño en la imagen que han dejado las elecciones catalanas tras el 12-M.
Sin embargo, la Asociación General de Pimes y Transportistas de Cataluña han denunciado la pasividad del Govern y en concreto la conselleria de Interior por no haber actuado y no garantizar la circulación. En un comunicado, la AGPT ha denunciado la "complicidad" de las autoridades y de las fuerzas de seguridad ante la nueva jornada de bloqueos en carreteras por parte de los agricultores que estaba anunciada.
La plataforma señala a la Generalitat por "lejos de advertirles de las consecuencias de llevarlas a cabo (las acciones reivindicativas), las consienten advirtiendo a los transportistas de la necesidad de evitar circular". La plataforma ha advertido que el grupo que lo ha organizado son grupos minoritarios de agricultores, lejos de sindicato oficial y mayoritario de la Unión de Pageses.
La organización que ha generado el bloqueo es un nuevo gremio. Revolta Pagesa ha creado el primer gremio del campesinado catalán con el objetivo de ser "escuchados" y "diferenciarse" del resto de asociaciones agrarias. La asociación nace con ocho socios, uno por cada una de las veguerías de Catalunya. "Será una organización independiente, democrática, libre y transparente", aseguran. La portavoz de Revolta Pagesa, Ingrid Pou, asegura que el movimiento "seguirá" y que seguirán trabajando para defender los intereses del campesinado.