El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha condenado este viernes "cualquier tipo de acoso" y, en concreto, contra un escolar de Canet de Mar, en Barcelona, aunque ha asegurado que no comparte el criterio que utiliza la familia porque no cree que el español esté en peligro en ninguna parte de España. Así se ha expresado en una entrevista en TVE, al ser preguntado por el acoso que está viviendo una familia en Cataluña por pedir que su hijo pueda estudiar más en lengua castellana en el colegio.
Tras condenar cualquier tipo de violencia y afirmar que en democracia todos "podemos y debemos expresar nuestras opiniones en plena libertad", el ministro ha puntualizado que no cree que el español esté en peligro en ninguna parte de España. "El español, de hecho, goza de enormes privilegios frente a otro tipo de lenguas, no solo la catalana, sino otras de nuestro diverso y rico país, y que tenemos que proteger y preservar porque son minoritarias", ha recalcado.
Y ha agregado que los ciudadanos catalanes tienen la posibilidad de desarrollar toda su identidad, su vida o sus relaciones en varias lenguas, "el castellano, que naturalmente todos los catalanes saben usar perfectamente, pero además en catalán", ha apostillado.
Publicidad sexista en los juguetes
Sobre la campaña que ha impulsado su departamento contra la publicidad sexista en los juguetes, ha dicho que "tristemente" es necesaria porque aunque "se ha avanzado mucho en los últimos años, hay que "seguir avanzando mucho más". El titular de Consumo ha señalado que cualquiera que se acerque a una juguetería o vea los catálogos de juguetes verá que "hay un sesgo, que lo que hace es reproducir estereotipos y prejuicios que consolidan la desigualdad de género en las edades más vulnerables". Con esta campaña, "queremos garantizar y promover un consumo de juguetes libres de estereotipos, libres de desigualdad de género para que los menores hagan lo único que es importante en estas edades, que es divertirse", ha añadido.
Garzón ha considerado que todavía hay "resistencias en los padres cuando sus niñas quieren un tanque o un juguete de acción y un niño quiere una cocinita". "Hay prejuicios que son normales porque nos criamos en sociedades donde eso ha sido normal, pero tenemos que ir corriendo", ha comentado, antes de añadir que este ejercicio de "pedagogía y concienciación" que se hace en la campaña "es útil para seguir avanzando".
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