Llueve sobre mojado en el Departament de Educació de Anna Simó, aunque esta vez por su gestión para obtener resultados serios sobre el rendimiento del alumnado en catalán y castellano. El cuso pasado se implementaron unas pruebas diagnósticas a 4 de primaria y de 2 de la ESO en aulas de toda Cataluña para encontrar las fugas educativas tras los desastrosos resultados de PISA y atajar el problema formativo. Se trata de exámenes censales de catalán, castellano, inglés y matemáticas que han despertado mucho recelo en el profesorado por la carga extra de trabajo que les supone corregir estos exámenes, además de no estar remunerado en pleno décifit de plantilla por la precariedad de las condiciones laborales.
Educació amplió así, y por la LOMLOE, la examinación a los estudiantes más allá de las pruebas de evaluación de competencias básicas en el cierre de etapa escolar para que se apliquen de forma interna en los centros e indagar en cuáles son los puntos fuertes y débiles de los alumnos para hacer cambios que repercutan en unos mejores resultados que, se espera, acaben transmitiéndose en una mejora de Cataluña en el ránking de PISA.
De acuerdo con el calendario público las pruebas se harán desde el 2 al 30 de abril de este año con un enfoque competencial, y la Generalitat ha pedido que no se compartan los modelos de las pruebas expresamente hasta el último día de las examinaciones.
Sin embargo, según ha podido saber este medio, las pruebas de segundo de la ESO no hay ninguna prueba de redacción escrita de castellano y catalán, como sí la hay en inglés. Se trata de preguntas de comprensión abiertas sobre dos textos, sin prueba específica de expresión escrita. Tal cual lo refleja la estructura, se trata de una comprensión de texto oral y lo mismo de dos textos escritos con la mayoría de respuestas cerradas de opción múltiple.
La prueba está prevista para que dura una hora y consta de un total de entre 25 y 20 preguntas donde se evalúa la "capacidad de localizar y obtener información, realizar inferencias directas, integrar e interpretar ideas e informaciones y reflexionar y valorar contenidos e informaciones". Tal y como defiende Educació, pretenden con esta prueba evaluar el nivel de asimilación de competencias específicas de ambas lenguas asociadas a la comprensión oral y escrita, si bien no les exigen para ese análisis un texto escrito. Es un dato relevante dado que la aplicación de estas pruebas de diagnósticas implantadas el año pasado se desarrollaron después de que saliera a la luz que el nivel de catalán y castellano de los alumnos que acaban la ESO es el más bajo en los últimos 10 años.
"Muestreo" de pruebas orales del catalán
Educació está generando ciertas polémicas por, como parece, no saber (o no querer) aterrizar las pruebas de evaluación para obtener resultados fidedignos. Especialmente por la prudencia ante posibles malos resultados que mermen aún más la credibilidad del sistema. Con la llegada del nuevo presidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo tas la destitución del anterior responsable por los resultados de PISA, se decidió eliminar durante este curso la evaluación oral del catalán en las competencias básicas por, justificaban, la sobrecarga de trabajo que esto implicaba para los profesores. Tras el revuelo que esto generó en los sindicatos más acérrimos del secesionismo, la consellera Anna Simó anunció que se haría una "muestra" en 130 centros entre primaria y secundaria para hacer compatible la monitorización del estado de la lengua catalana en los centros.
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